Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

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martes, 13 de marzo de 2012

Masacre en Kandahar: Se agotó la paciencia de los afganos.


Afganistán


BBC News

Traducido del inglés para Rebelión por Sinfo Fernández



A los afganos “se les ha agotado ya la paciencia” con las tropas extranjeras, según han advertido los parlamentarios afganos después de que un soldado estadounidense asesinara a 16 civiles. [*]

La firme resolución se produjo mientras los oficiales del ejército estadounidense emitían una alerta temiendo represalias tras el tiroteo indiscriminado en Kandahar. Entre las víctimas había nueve niños.

El presidente afgano Hamid Karzai dijo que la acción era “imperdonable” y los combatientes talibanes prometieron vengarse.

Se está interrogando al soldado. La OTAN ha prometido entregarlo a la justicia.

Los asesinatos podrían exacerbar aún más los llamamientos para una rápida retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán. Y se han producido en medio de los fuertes sentimientos antiestadounidenses en el país tras la quema de Coranes en una base de la OTAN el pasado mes en Kabul.

Las autoridades de EEUU han presentado repetidamente disculpas por ese incidente pero no han conseguido acallar una serie de protestas y ataques que mataron al menos a treinta personas y a seis soldados estadounidenses.

Vínculos probados

Se informó que el soldado, al parecer un sargento, había salido de su base en Kandahar alrededor de las tres de la madrugada del domingo y que irrumpió en tres hogares en los pueblos de Alkozai y Nayiban, a unos 500 metros de la base.

En una de las casas de Nayiban, se encontraron trece personas muertas de bala, a las que se había prendido fuego. Al menos tres de los niños habían muerto de un tiro en la cabeza.

El ejército estadounidense informó que el soldado había vuelto a su base tras los tiroteos y que se había entregado.

No se han aclarado los motivos de su acción, se especula con que podría estar borracho y haber sufrido una crisis nerviosa. Las autoridades se muestran preocupadas de que el ataque pudiera haber estado planeado.

No se ha identificado al detenido, aunque oficiales estadounidenses citados por la agencia de noticias Associated Press dijeron que procedía de la base conjunta Lewis-McChord en el estado de Washington, de 38 años, casado y con dos hijos. Los informes dicen que había servido en tres ocasiones en Iraq y ahora era su primer despliegue en Afganistán, donde había llegado el pasado diciembre. Lleva once años en el ejército.

“Esto es un asesinato, una matanza intencionada de civiles inocentes que no puede tener perdón”, dijo el Sr. Karzai en su comunicado.

El presidente Obama le telefoneó el domingo para expresarle sus condolencias por el “trágico y espantoso” incidente.

Juicio público

En su resolución, la cámara baja del parlamento afgano declaró que “a los afganos se les había acabado la paciencia frente a las acciones arbitrarias de las fuerzas extranjeras”.

“Exigimos seriamente y esperamos que el gobierno de EEUU castigue a los culpables y que sean procesados en juicio público ante el pueblo de Afganistán”.

El llamamiento se produjo a pesar del acuerdo afgano con la OTAN para que los soldados extranjeros sean juzgados en sus propios países.

Bilal Sarwari, corresponsal de la BBC en Kabul, dice que el incidente ha acabado de dañar las ya frágiles relaciones entre Kabul y Washington.

Los talibanes están utilizando el tiroteo como propaganda victoriosa, colocando al Sr. Karzai en una difícil posición, dice.

Indignados patriarcas tribales están exigiendo ahora el fin inmediato de los ataques nocturnos contra los hogares afganos que con tanta frecuencia emprenden las tropas de EEUU.

Mientras tanto, se ha advertido al personal estadounidense en Afganistán sobre posibles ataques de venganza.

Las autoridades afganas temen que haya manifestaciones violentas y han desplegado tropas y policías en grandes cifras alrededor de Kandahar. Sin embargo, un anciano dirigente local ha dicho a la BBC que no habría protestas siempre y cuando se procesara al soldado.

Fuentes cercanas al Sr. Karzai dicen que los asesinatos complicarán las negociaciones del acuerdo estratégico entre los dos países, en virtud del cual las tropas de EEUU podrían seguir en el país más allá de 2014.

Una reciente encuesta de ABC News y del Washington Post averiguó que el 60% de los estadounidenses cree que no merecen la pena los costes de la guerra en Afganistán. Casi el mismo número apostó por una rápida retirada de EEUU de aquel país.

Fuente: http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-17339468

N. de la T.:

[*] Según información actualizada de BBC News (http://www.bbc.co.uk/news/world-asia-17334643) a las 17:00 horas del 12 de marzo, los hechos sucedieron de la siguiente forma:

Cenizas de los cuerpos quemados en una de las casas





Antes del amanecer del domingo, un soldado de EEUU estacionado en una base en la provincia de Kandahar se lanzó al parecer en solitario en un ataque con metralleta sobre varios campesinos de los pueblos cercanos.

Se sabe que irrumpió en tres casas de tres lugares diferentes del distrito de Pnajwai, dos de ellas situadas en los pueblos de Alkozai y Nayiban, y la tercera en un asentamiento conocido a nivel local como las “Casas de Ibrahim Khan”.

Los detalles de la secuencia de los hechos siguen poco a poco viendo la luz, pero lo que ya es irreversible es que cuando finalizó el ataque, 16 personas, entre ellas 9 niños, habían muerto y cinco más estaban heridas. Hubo también un intento de quemar algunos de los cuerpos, por las cenizas encontradas en el interior de uno de los hogares. Los asesinatos han dejado conmocionadas a estas remotas comunidades campesinas.

Cronología

Los primeros informes decían que el soldado fue caminando hasta los pueblos, que estaban situados a unos 500 metros de la base militar en el distrito de Panjwai.

Pero los periodistas locales dicen que los pueblos de Nayiban y Alkozai están a una distancia de entre 5 y 7 kilómetros. Esto plantea de inmediato bastantes interrogantes sobre los relates que dicen que hizo a pie su letal circuito.

Un guardia afgano de la base de la OTAN dijo a BBC que el soldado dejó la base en dos ocasiones. Que, después de la primera salida, volvió a las 00:30, hora local, y que estuvo fuera de nuevo entre las 02:00 y las 04:00 horas.




Quienes han escuchado los relatos de los que viven en los pueblos describen un escenario espeluznante con detalles extraños y en ocasiones contradictorios.

Al parecer, en uno de los pueblos, el soldado fue de casa en casa, intentando abrir varias puertas y entrando y asesinando en las casas que no estaban cerradas.

A muchos de los campesinos no se les permite salir de sus casas por la noche, por eso la sensación de miedo era especialmente aguda.

“Cuando sucedió… estábamos dentro de nuestras casas”, dijo. “Escuché disparos, después silencio y de nuevos disparos”, dijo a la agencia Associated Press el vecino Abdul Baqi.

Una mujer de uno de los pueblos atacados por el soldado dijo a la BBC que a las dos de la madrugada, primero oyó ruido de helicópteros y después disparos. Otros informan que el ruido de helicópteros y disparos se oyó desde la medianoche.

No está claro si se envió a más tropas tras los ataques para que detuvieran al pistolero.

Algunos campesinos dicen que había helicópteros sobrevolando sobre sus cabezas mientras se perpetraba la matanza. Muchos habitantes de la localidad creen que esos helicópteros estaban en realidad apoyando la operación y no intentando detener al soldado. Pero hay corresponsales que dicen que es frecuente que los helicópteros sobrevuelen por distintas zonas del país.

Intentando pasar por muerto

Parece que hay pocos testigos que pudieran ver realmente al atacante.

Mohammad Zahir dijo a la agencia de noticias AP que había observado al soldado moviéndose por su casa, al parecer buscando algo, y que disparó contra su padre cuando salió de una de las habitaciones para averiguar qué estaba pasando.

Otro testigo, Jan Agha, de 20 años de edad, dijo a Reuters, que su padre y él se despertaron a causa del tiroteo y que se pusieron a atisbar lo que pasaba fuera a través de una cortina.

De repente se oyeron más disparos y su padre cayó muerto, alcanzado en la garganta y en el rostro. También murieron la madre, un hermano y una hermana de Agha.

El joven dijo que logró sobrevivir quedándose tirado en el suelo y haciéndose pasar por muerto. Cree que en su casa entró más de un soldado estadounidense.

“Los estadounidenses permanecieron en mi casa durante un rato”, dijo. “Estaba aterrado”.

Con lágrimas en los ojos, un anciano, Samad Khan, le dijo a Reuters que habían muerto once miembros de su familia, incluidos sus hijos y nietos.

El campesino, que estaba fuera del pueblo cuando se produjo el ataque, dijo que pensaba que habían derramado sustancias químicas sobre los cuerpos y les habían prendido fuego.

Las fotos muestran al menos el cuerpo de un niño parcialmente carbonizado, mientras un montón de cenizas se acumulan sobre el suelo de una habitación en una de las casas que aparecieron con manchas de sangre.

Las imágenes de los cuerpos sugieren también que al menos varios de los asesinados murieron de un solo tiro en la cabeza.

¿Estaba solo el soldado?

Los oficiales del ejército estadounidenses dicen que el sospechoso –que llevaba gafas de visión nocturna- actuó solo antes de entregarse, pero algunos supervivientes del ataque creen que hubo más de un soldado implicado.

Las autoridades afganas dijeron que los primeros informes indicaban que solo hubo un soldado implicado pero un equipo de investigación enviado por el presidente Hamid Karzai está considerando el hecho de que en la acción hubieran participado más soldados.

Los funcionarios de la inteligencia dijeron a BBC que están investigando tres huellas sospechosas en una de las casas, que podrían proporcionar algunas pistas. El equipo está también examinando las acusaciones de que el soldado podía estar borracho.

Los funcionarios de la OTAN mantienen firmemente que solo hubo un asesino.

El soldado, un sargento del estado mayor, estaba trabajando con las fuerzas especiales como fuerza de protección. Parte de su cometido era guardar la base para las fuerzas especiales, lo que le habría permitido salir y entrar con más facilidad. Al parecer, no había recibido entrenamiento de las fuerzas especiales.

El vigilante afgano de la base dijo al periodista de la BBC que cuando el soldado volvió a la base tras la primera salida, les había saludado en un rudimentario pastún.

Fuentes de inteligencia en Kandahar han confirmado que algunas tropas estacionadas en esa base estaban negociando con los vecinos intentando convencerles de que volvieran a sus pueblos después de que los talibanes hubieran abandonado las zonas de los alrededores.

http://www.rebelion.org/noticia.php?id=146248

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