Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

Teléfono: 005068493-6876

99 nombres de Allah

Islam y Musulmanes de Costa Rica

¿Qué piensas del Islam?


lunes, 12 de abril de 2021

¿Qué hacemos los musulmanes durante el mes y ayuno de Ramadán?

 


Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, este año 2021 corresponde inicia el 13 de abril por la tarde al inicio del cuarto creciente y finaliza el 12 de mayo.

Ramadán también es el cuarto pilar del Islam y se refiere al mes en el que comenzó la Revelación del sagrado Corán al profeta Muhammad, por eso se prescribió el ayuno desde antes que salga el sol hasta que se pone.

El ayuno deben realizarlo solamente las personas mayores de edad y completamente sanas. Existen algunas excepciones, por ejemplo, NO están obligadas a ayunar las mujeres en gestación, en estado de lactancia, los ancianos, personas que por diversas enfermedades no pueden hacer ayuno (diabéticos, personas con gastritis, colitis y otros) y las que se encuentran viajando.

El inicio del mes de Ramadán es una verdadera fiesta, nos reunimos en familia o en las mezquitas y se comienzan las oraciones especiales a las que llamamos el Salat At-Tarahui, se recita el Corán cada día de acuerdo a un orden pre-establecido de tal manera que se divide en el total de días del mes. Escuchar la recitación nos conmueve mucho, la persona que recita el Corán y que lo ha aprendido de memoria recibe el nombre de qāri' (قَارٍئ) o hāfiz y es muy respetado dentro de la comunidad. En algunas ocasiones, el texto es tan sensible y conmovedor, que al hafiz se le quiebra la voz y eso pone muy sensibles a todos los que lo escuchan, algunos llegar a llorar.

El espíritu de Ramadán puede compararse de cierta forma al de la Navidad de los cristianos: la gente se siente sensible, está de buen humor, quiere ayudar a los demás y el compartir con otros da un sentido de pertenencia y comunión muy bello.

Nos levantamos antes de que amanezca, en Costa Rica aproximadamente una hora antes de las 4:30 am y nos alimentamos con un buen desayuno tipo almuerzo “sahur”, realizamos las oraciones correspondiente s(Fajr) y permanecemos en ayuno de tal manera que no se consume ningún alimento, agua ni se mantienen relaciones sexuales. Proseguimos con las oraciones y rutina diaria de manera normal y al llegar la puesta de sol se rompe el ayuno, en árabe se le conoce como “Iftar”. Por lo general se rompe con un vaso de agua o leche y un dátil o su correspondiente de acuerdo al lugar en el que vivimos, en Costa Rica puede ser un banano, una ciruela o algo liviano se realiza la oración del “magrib” y procedemos a cenar la comida más importante y festiva del día. Se preparan diferentes platillos y postres, se comparte con musulmanes y no musulmanes. Es muy natural que durante el periodo del ayuno nos sintamos un poco débiles, lentos y que nuestro metabolismo sea más lento.

Algo de lo que más impacta del ayuno islámico es cómo el sentir hambre y sed, nos solidariza con las personas a las que les falta el alimento porque sabemos lo que se padece por la privación de ellos, por eso, este mes es de tanta importancia para el mundo islámico: nos une, nos sensibiliza, nos recuerda las necesidades de los demás que se pueden olvidar durante el resto del año.

Al final del mes se festeja con El Aíd al Fitr o Fiesta del Fin del Ayuno​ en árabe, عيد الفطر‎, se suele sacrificar un cordero y compartir de nuevo con musulmanes y no musulmanes.

Muchas personas suelen dar también la caridad obligatoria o “zakat (quinto pilar del Islam)”, lo cual corresponde al 2.5% de las ganancias totales de un año para la persona más pobre que tengamos cerca y que no pertenezcan a nuestra familia puesto que nuestra familia es nuestra obligación.

Si somos tan pobres que no tuvimos ganancias en un año, debemos ofrecer al menos un plato de comida a una persona hambrienta y si somos tan pobres que ni siquiera tenemos un plato de comida que ofrecer, se nos pide que andemos siempre de buen carácter y sonriendo porque hasta el sonreír es caridad para personas que no tienen esperanza o que por diferentes situaciones son mal tratadas.

En las mezquitas en las que he vivido, las hermanas llegan a ayudar a cocinar los diferentes platillos de sus países de origen y se adornan tanto las casas como las mezquitas con faroles y demás motivos islámicos, algunas personas suelen estrenar ropa para este tiempo y lucen sus mejores galas, teniendo siempre presente que la mejor gala es un alma piadosa, pura y misericordiosa.

 

 

 

 

lunes, 19 de junio de 2017

A los musulmanes que niegan el Holocausto del pueblo judío.


Hace 15 años decidí escoger el Islam com mi fe y estilo de vida.  A través de este tiempo he visto, sufrido y vivido de todo (también alegrías) con mis hermanos musulmanes.
Aun así, nunca me dejará de sorprender el hecho de encontrar entre ellos a personas que mientras por un lado presumen de una extrema religiosidad, mensajes de paz, amor y comprensión hacia todo lo islámico, por el otro desbocan y demuestran lo peor del ser humano.
Y es que, encontré esta fotografía en el muro de un musulmán, la cual es apoyada y celebrada por tantos otros mientras que el resto guarda un silencio sepulcral al respecto.
A estas alturas de la vida negar que el Holocausto hacia el pueblo judío como tal sucedió, esparcir odio hacia ese credo religioso y vanagloriar a lo peor de la raza humana; resulta además de una grave aberración y perversión, una ignominia de la cual no puedo ni quiero ser parte.
El profeta Muhámmad tuvo amigos y enemigos judíos, cuando tuvo que tomar justicia por su propia mano y en tiempos de guerra para defender su vida y la de su pueblo lo hizo, por supuesto; con la clara salvedad de que explicaba el daño tan terrible que implica excederse en nuestro comportamiento.
¿Qué prueba más grande tenemos en el sagrado Corán de que los musulmanes no debemos en modo alguno aborrecer, maltratar ni menospreciar a los hermanos judíos debido a que cualquier musulmán puede contraer matrimonio con mujeres judías?
"Y se os ha permitido casaros con las mujeres recatadas de entre las creyentes y las recatadas de entre aquellos que recibieron el Libro (judías y cristianas) antes que vosotros, a condición de que les deis su dote para casaros con ellas, no para fornicar o tomarlas como amantes". (La Mesa Servida 5: 5)
¿Cómo digieren esa parte del Corán los que odian a los judíos? ¿La borran del Corán? ¿De qué manera la tergiversan y manipulan para por ejemplo, desear el peor de los males a los familiares judíos justos de los hermanos musulmanes que se han casado con mujeres judías?
Me aterroriza, avergüenza y duele profundamente en el alma este comportamiento que a mi entender demuestra una clara pérdida de humanidad, justicia y piedad; todo lo contrario a las verdaderas enseñanzas del sagrado Corán y de nuestro amado profeta Muhámmad (que la paz y bendiciones de Allah estén con él).
Estos musulmanes que niegan o peor aún, justifican o celebran el genocidio hacia el pueblo judío, son los mismos que se rasgan las vestiduras y claman justicia por el que también sufrieron los musulmanes en Bosnia, Srebrenica o Sabra y Chatila y el de nunca acabar ahora hacia el pueblo Palestino, los cuales también son minimizados o invisibilizados por precisamente a quienes acusan de ser enemigos del Islam.
Hacer apología al asesinato de inocentes resulta por demás hiriente, injustificada e innecesaria aunado al hecho de que estamos todavía en el sagrado mes de Ramadán en donde se supone que el ayuno nos ayuda a sensibilizarnos y a permanecer en comunión con el resto de la humanidad para hacer de ella, un mundo mejor para convivir.
Existen líneas que dividen a la justicia de la injusticia, al amor del odio, a la verdad de la mentira, a la guerra de la paz y a muchas otras situaciones que demuestran lo peor del ser humano.
¡Que Dios nos libre de encontrarnos al límite o ya dentro de cualquiera de ellas!
Dejo el enlace de la fotografía que tiene como pública:
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=963247960481467&set=a.123588804447391.21243.100003888169911&type=3

viernes, 26 de mayo de 2017

La islamofobia: ignorancia total.


Encontré esta imagen que demuestra la completa ignorancia en la que viven muchos islamófobos.
Entiendan: los musulmanes pertenecemos a todas las etnias y países del mundo. 
Millones hemos nacido en occidente y escogido esta religión de manera libre, sin embargo, noten que todo lo que en la imagen le prohíben a los musulmanes que vienen de oriente, son los mismos crímenes que cometen a diario los "occidentales" y aun así, de ninguna manera se justifican los delitos que cometen tantos occidentales como orientales en contra de los más indefensos.
Ah y otra cosa: "Allah" significa "Dios" en idioma árabe, el mismo del cristianismo y judaísmo, si para los que se jactan de ser creyentes eso no significa nada, es su problema.
Aunque en todo el planeta existen criminales, la diferencia entre un extremista y las personas racionales es que, los que de verdad reflexionan, saben reconocer que los agresores pertenecen a cualquier etnia, estatus social,credo religioso o ateos. Por lo tanto, quien piense lo contrario, también demuestra fanatismo a su manera.
Me causa gracia que algunas mujeres no musulmanas en esta parte del planeta, se jactan de "competir con los hombres" sin temor a que las asesinen, cuando en nuestro país a vista y paciencia de todos, no hay un solo día en que no asesinen mujeres, son acosadas sexualmente tanto en el ámbito hogareño como en el callejero, se encuentran en franca desventaja en materia laboral al recibir menos salario que los hombres; todo por causa del machismo y la terrible espiral de violencia doméstica a la que estamos sometidas. Comprendan: el agresor manipula lo que sea a su antojo para sentirse poderoso.
Las religiones no tienen la culpa, sino quienes no castigan o previenen esos crímenes.
En Costa Rica hasta hace unos meses no era un delito casarse con niñas y ayer dejaron en libertad a un hombre de 40 que secuestró a una niña de 10 porque "ella se lo pidió". Si eso no es apología de la pedofilia por parte de nuestras leyes, no sé qué otra cosa lo será.

jueves, 25 de mayo de 2017

La perversidad en su máxima expresión.

Tenía mi hija 6 años de edad iba a jugar a tres casas de la nuestra donde una vecina tenía una tres niñas de edades menores o mayores que la mía, una de ellas era compañera del kinder.
Un día llegó de donde ellas sin sus zapatos marca Kickers y traía puestos unas sandalias de hule baratísimas mucho más pequeñas que lo que ella calzaba.
Le pregunté qué había sucedido y me dijo que la mamá de las amigas le preguntó si quería cambiar sus zapatos por esos otros y mi hija respondió que sí.
Me fui para donde la vecina que por cierto era una mujer a la que la mayor parte del barrio le temía por tener fama de matona y escandalosa.
Cuando le pedí que por favor devolviera los zapatos, con cara de "yo no fui" respondió:
- Como su chiquita los quería me dio lástima y al preguntarle si deseaba cambiarlos, respondió que sí, por eso lo hice.
Le expliqué que los niños a esas edades, no tienen noción del valor de las cosas o de situaciones delicadas, que la responsabilidad recae en los adultos que sí podemos diferenciarlas.
Con mala cara devolvió el par de zapatos y nunca más permití que mi hija regresara a jugar a esa casa, pues si la vecina era capaz de engañarla de esa manera, quién sabe de cuántas otras lo podía hacer y perjudicar.
Recordé esto ahora que observé el siguiente titular en la prensa y el cual informa:
"Niña de 10 años escapa de casa con el novio de su abuela en Sarapiquí".
"Según trascendió a nivel judicial, el hombre no sustrajo a la menor, sino que esta se marchó con él por su propia voluntad, ya que en apariencia se encontraba enamorada del sujeto y quería vivir con este lejos de su familia".
¿Cómo es posible Dios mío que nuestra sociedad le arrogue a una niña de 10 años la culpa y responsabilidad por haberse fugado con un hombre de 40?
Por eso es que existen leyes claras en todos los países del mundo en donde los menores de edad no tienen las mismas responsabilidades, deberes o derechos que los adultos.
Que a estas alturas una persona diga que no raptó a una niña de 10 años, sino que se la llevó porque ella se lo pidió, demuestra el nivel de obscenidad, descaro y perversidad que está sufriendo la sociedad en todos los ámbitos de lo cotidiano.
Bien lo dijo Bertolt Brecht:
"Qué tiempos serán los que vivimos que hay que defender lo obvio".

martes, 23 de mayo de 2017

¿Qué hacemos los musulmanes durante el mes de Ramadán?



El noveno mes lunar del calendario islámico lleva por nombre “Ramadán” رَمَضَان
Este año inicia el 27 de mayo y finaliza el 25 de junio.
El Ramadán es el tercer pilar de la fe islámica.
Durante este mes, los musulmanes nos abstenemos de comer, beber cualquier líquido o mantener relaciones sexuales desde antes de que el sol salga (en Costa Rica a las 4am aproximadamente) hasta que se oculta (6 de la tarde).
Iniciamos antes de las 4 de la madrugada levantándonos a realizar la primera oración del día y desayunando lo que en Costa Rica diríamos un buen “casado” o “gallo pinto”.
Seguimos con nuestra rutina diaria normal de manera que no se suspenden las labores a las que estamos acostumbrados. Aun así, en algunos países de mayoría musulmana se alteran los horarios y los negocios cierran de día para pasar durmiendo o descansando y abren de noche. Algo con lo que no estoy de acuerdo, debido a que la idea del ayuno es “padecer hambre” para saber en carne propia lo que sienten las personas a las que siempre les falta comida y hacernos de esta manera, más sensibles a sus necesidades.
Muchos musulmanes abandonan hábitos dañinos que han adquirido durante el año, tal como fumar, consumir cualquier tipo de droga o comida en exceso.
En el ambiente general se respira un aire de esperanza, cariño, solidaridad y comunión con el resto del mundo.
Se evita en lo posible hacer chismes, murmuraciones o cualquier demostración de odio hacia propios o extraños.
Aunque parece difícil, no lo es. Los musulmanes pareciera que ya estamos preparados psicológicamente para el mes del ayuno y aunque obviamente padecemos hambre y sed, la parte más difícil resulta por lo general solo la primer semana y tampoco es que nos desmayamos ni nada por el estilo. Esto se debe a que de manera explícita, el ayuno solamente lo deben realizar las personas mayores de edad que se encuentran en perfecto estado de salud, de tal manera que tanto los ancianos como enfermos, niños o mujeres en estado de embarazo, menstruación y  lactancia, así como los musulmanes que se encuentran de viaje o realizando trabajos que exigen demasiado esfuerzo físico, deben abstenerse de ayunar. Por lo cual, pueden reponer los días que perdieron el ayuno durante el resto del año o no tener que hacerlo del todo si sus condiciones e impedimentos no varían.
A las 6 de la tarde rompemos el ayuno con un vaso de agua y algo dulce. En los países árabes se acostumbra comer unos cuantos dátiles, en mi caso, me limito a un banano o alguna fruta deshidrata.
Luego de eso, realizamos la oración correspondiente y procedemos a cenar.
Lo más recomendable es que la alimentación sea variada y no pesada, se trata de un tiempo de comida y no de recuperar todos los tiempos de comida perdidos durante el día.
Los musulmanes que tienen posibilidad asisten a la mezquita en donde comparten con todos los demás los diversos alimentos que se preparan y llevan para intercambiar tanto experiencias como para fortalecer los lazos familiares y comunitarios.
Para esta época es muy común que las mezquitas estén siempre abiertas para todos  y se invite a la comunidad en general a participar de las actividades que se desarrollan.
Durante todo el sagrado mes, los musulmanes asisten a la mezquita para celebrar el “salat atarahuí”, el cual aparte de las oraciones respectivas incluye recitar una de las 30 partes en las que se divide el sagrado Corán para ser expresadas de la manera más respetuosa, solemne y sensible posible durante todo el mes.
Ramadán termina con una fiesta en la que muchas personas se afanan por demostrar sus habilidades culinarias, se reparte la caridad obligatoria al necesitado que tengamos más cerca o sea, el cuarto pilar de nuestra fe , el cual en idioma árabe se pronuncia como “zakat” y consiste en el 2,5% de las ganancias que se obtuvieron durante el año.
Le pido a Allah que transforme los corazones de los musulmanes en todo el mundo para que nos comportemos el resto del año de la misma manera en que lo hacemos durante el mes de Ramadán.
Extiendo también cordialmente una invitación general para que visiten mi casa que también es la de todos ustedes, a cualquier persona creyente o no que desee compartir conmigo y mi familia durante este mes.
¡Que Dios les bendiga y recompense!

Rashida Jenny Torres

Musulmana costarricense.

martes, 16 de mayo de 2017

Cursos sobre la Mujer en el Islam.

Encontré este "curso" que se va a impartir en la UNA sobre la mujer en el Islam y quedo con una sensación agridulce porque si bien es cierto resulta positivo que tengamos estos espacios, lo malo es que ni una sola musulmana participe en él.
Yo no quiero escuchar y mucho menos tener que pagar ₡20.000 ($40 USD) para que un hombre hable sobre la mujer en el Islam sin que se le dé a ninguna de ellas la posibilidad de expresarse y compartir sus historias de vida.
Considero que cobrar por una actividad como esta, desvirtúa el mensaje.
Tal vez la intención del señor que da la charla es la mejor, sin embargo, le creería más si el taller fuera gratis.
Por esta razón, de ahora en adelante voy a buscar la forma de ofrecer yo misma estos talleres y charlas al público.
Es urgente y necesario.

He aquí la información del curso:

*La Mujer en el Islam: del Corán y el hadiz a los debates contemporáneos*
*Duración: 12 horas
*Modalidad: Presencial
*Fechas: Miércoles 31 de mayo y viernes 1 de junio, 2017.
*Horario: 9:00 am a 4:00 pm. (ambos días)
*Lugar: Sala de Ex rectores, Biblioteca Joaquín García Monge.
*Inscripción: hasta el 30 de mayo.
*Inversión del curso:
*Estudiantes: 10.000 colones.
*Funcionarios (as) y público en general: 20.000 (Incluye material)
*Formas de pago: FUNDAUNA / Banco Nacional (por transferencia)

Número de cuentas:

FUNDAUNA.

014133-0100

Banco Nacional: cuenta corriente

100-01-004-010272-9


Banco Nacional: Cuenta cliente

15100410010102725

lunes, 8 de mayo de 2017

Ayer fue ella, hoy podría ser yo, ¿mañana? usted la asesinada por la violencia machista.



Se llamaba ………………. (escriba su nombre o el de una conocida aquí) y vivía camino a …………….(coloque el de su barrio o el de una conocida o familiar aquí).
Observo el pequeño chalet en el que compartía con su familia, ¡tan parecido al que hasta hace pocos días yo habitaba!
Y entonces vuelvo a recordar que pude haber sido una más de las mujeres que engrosan un día sí y otro también, la larga lista de las que son asesinadas en nuestro país por causa de la epidemia de violencia machista que también viví e hice padecer a los que de verdad me amaban.
Soy sobreviviente, me costó mucho trabajo salir del círculo de agresión pero lo logré.
Motivos para los agresores sobran: celos, envidia, egoísmo pero sobre todo: control. El mismo que ellos alegan no poder ejercer sobre sí mismos para detener esta vorágine de sangre y violencia que cercena a nuestra sociedad de la manera más cruel.
En un esfuerzo casi sobrehumano decidí cortar de tajo las relaciones tóxicas a las que me había acostumbrado desde que era niña.
Aunque tomó ¾ partes de mi vida otras mujeres no lo han logrado y la han perdido en el largo vía crucis que implica verse atrapada y sin salida ante un agresor doméstico.
Al principio, no tenía conciencia de que estaba inmersa dentro de este terrible flagelo, para mí, era lo normal recibir malos tratos psicológicos porque pensaba que la violencia se limitaba a lo físico.
Cuando comencé a recibir golpes entré en pánico, el terror no me permitía actuar. Sentía mucha vergüenza como para tan siquiera comentar con otras personas lo que sufría porque, ¡se veían tan felices en sus hogares perfectos!  Aun así, cuando traté de contar lo que me sucedía, inmediatamente me juzgaban diciendo que: "yo me lo buscaba", que seguramente "hasta me gustaba que me golpearan", que mi problema se limitaba a "no poder vivir sin jareta” y entonces volvía a callar, lo cual, aumentaba la sensación de poder y control en mi agresor: me sabía vulnerable, yo  misma me alejaba de amigos y conocidos para evitar la furia de mi victimario o las preguntas incómodas de alguna visita inesperada.
Podía observar también cómo la violencia que vivía en casa se repetía en lugares de trabajo con otros jefes o compañeros agresores. Había perdido el instinto de supervivencia.
Aunque la violencia había comenzado en Costa Rica, seguí a mi pareja hasta otro país consciente de que me iba a matar en cualquier momento sin importar el lugar porque, ¡estaba tan cansada! Ya no tenía fuerzas para luchar contra él ni contra los que pensaban que disfrutaba los abusos, ¿cómo explicarles que yo ya no tenía voluntad propia, que me movía por inercia?
Un día observé un rictus de terror indescriptible en un rostro irreconocible, no comprendía cómo había llegado ahí y desperté del largo sopor en el que me encontraba hasta que tomé consciencia de que esa cara, no era otra más que mi imagen en un espejo.
De repente y como por arte de magia me armé de valor.
Con ayuda de profesionales y amigas trazamos un plan para alejarme para siempre de todo lo que tuviera que ver con él. Resultaba algo complicado porque él había sustraído los pasaportes de mi hija y el mío. Sin embargo, una doctora consiguió que los entregara mientras me alojó en su casa hasta que pudiera salir del país.
¡Tenía tanto por vivir! Mis otros hijos me esperaban ansiosos de recuperar a la madre que recordaban y extrañaban tanto, observaba en retrospectiva la imagen de la mujer que a pesar de todo siempre sonreía y me sorprendí al notar que la misma había desaparecido.
Y regresé a mi país, a mi gente, a los míos.
Hoy, vivo con una sensación agridulce: por un lado me enorgullezco al reconocer que soy una mujer libre de todo tipo de agresiones, sin embargo, por el otro me aterra observar cómo la epidemia de violencia doméstica se acrecienta en nuestro país cual ignominiosa bola de nieve sin que nadie hasta el momento pueda hacer algo positivo para detenerla.
Si usted es víctima de violencia doméstica, le aseguro que aunque parezca que no hay salida, sí la existe. Comience por no ocultar las agresiones a su círculo más  íntimo y ante la primera muestra de violencia, aléjese lo más pronto posible.
No sienta vergüenza, la epidemia de violencia machista afecta a todo tipo de mujeres en todo el mundo sin importar su estatus social, académico o cultural.
El agresor es un experto manipulador del cual es difícil escapar, nunca cambia, solamente se transforma de todas las maneras posibles hasta que pueda lograr su único fin: que si usted no es para él, tampoco lo sea para nadie más y por lo general esto significa su sentencia de muerte física porque emocionalmente, hace tiempo la asesinó.

Rashida Jenny Torres
Sobreviviente de violencia doméstica.

viernes, 17 de marzo de 2017

Camaleonas.

Hace unos cuantos años me dirigía tranquilamente hacia la parada del autobús en el hospital viejo de Alajuela a eso de las 8 pm cuando escuché que alguien venía corriendo tras de mí.
Imaginé que era una persona que se apresuraba a tomar un autobús cuando solamente sentí que el tipo de manera violenta me levantó la falda hasta arriba.
Ante mi grito de terror, el hombre continuó corriendo y se perdió por la urbanización Montealegre.
Ése incidente, así como muchos otros anteriores, incidieron para que al aceptar el Islam como mi fe y estilo de vida; adoptara vestimenta sobria y comenzara a usar el velo, lo cual según yo, me iba a mantener resguardada y protegida de abusos y psicópatas.
Para nada!
Usando el velo y tapada de pies a cabeza, también fui víctima de acoso sexual y pretensiones de tocarme tanto en autobuses como en cualquier vía pública.
No, no es que descubrí el agua tibia, simplemente corroboré el hecho de que a un agresor nada lo va a detener cuando quiere atacar.
A los varones por ejemplo, los puedes ver mostrando todo el "equipaje" cuando usan sus uniformes para practicar ciclismo y que yo sepa, ninguna mujer se les lanza a tocarles la maleta porque el tipo "andaba mostrando de más" sin dejar nada a la imaginación.
Luego como musulmana descubrí otro fenómeno más interesante y peor aún debido a que se forman bandos en pro y en contra del uso del velo; en donde algunas de las que usan el velo se creen más piadosas que las que no lo llevan y las que no lo usan critican a las que sí sosteniendo que "el hábito no hace al monje".
Por eso, después de tantos dimes y diretes, decidí vestir simplemente como me da la gana: a veces uso el velo, otras no; de repente me da por ponerme un escote que muestre mi generoso busto y del cual me siento orgullosa u otro día voy envuelta como un puro.
Esto genera confusión entre la gente que está acostumbrada a vivir de apariencias y está por lo general reprimida sexualmente creyendo que una mujer como yo no tiene definida su personalidad cuando resulta todo lo contrario: sabemos que como buenas camaleonas podemos cambiar de piel cuantas veces queramos sin dejar de ser lo que somos, nuestra naturaleza se fundamenta en que es libre y soberana más allá de estereotipos y prejuicios.

viernes, 27 de enero de 2017

El peligro de casarse con un musulmán que conociste por Internet.

Prevengo a las mujeres porque resulta que soy musulmana y como tal, conozco las técnicas que usan  depredadores musulmanes, los cuales, según ellos, basados en la religión islámica, atraen y atrapan a mujeres incautas que están soñando con encontrarse al príncipe de Persia, a Lucas, el protagonista de la telenovela El Clon, o a algún jeque árabe y multimillonario petrolero que las llene de joyas, lujo y belleza. Por lo tanto, es mi deber tanto ético, como moral y religioso, el ayudar a prevenir cualquier tragedia que se pueda dar por falta de conocimiento.

Señales de alerta:

-       Conocen a una mujer por medio de cualquier red social e inmediatamente ya están enamorados locamente de ella.
-       Comienzan a hablarle del Islam, de las bondades del profeta Muhámmad (pbsce).
-       Les dicen que ellos son piadosos musulmanes y que desean casarse para completar la mitad del din (la fe). Lo cual, aunque es recomendable, de ninguna manera resulta una obligación.
-       Por lo tanto, como están enamorados de ellas, deben casarse inmediatamente, ya sea por teléfono, correo, Skype, LO QUE SEA. Y comenzar a tener y disfrutar de todos los derechos de esposo.
-       No más la víctima acepta, les solicitan todas sus contraseñas y comienzan a controlar todos los aspectos de sus vidas: les obligan a borrar a los varones de sus cuentas, a que abandonen el trabajo si hay varones con ellas, a que se pongan el velo, a que se conviertan al Islam (algo prohibido, en el Islam no existe imposición en materia de religión). Cualquier musulmán puede casarse con una mujer cristiana, judía o creyente.
-       Les comienzan a pedir dinero para irse al país de origen de la mujer o para que ellas viajen al de ellos para consumar el matrimonio.
-       A partir del momento en el que dieron el sí, a algunas las comienzan a chantajear con que van a publicar sus fotografías y conversaciones eróticas que compartieron en momentos de intenso deseo y entrega total.
-       Las obligan a abandonar a sus familias, les estorban los hijos de cualquiera que no sea ellos.
-       Para ellos, TODO es pecado, excepto claro, las maldades que ellos cometen.
-       Se disparan los abusos físicos y psicológicos.
-       La víctima en algunos casos, logra sobrevivir, aunque ya con daños irreparables en su cuerpo o mente.

Pongo de ejemplo y con bastante dolor lo que le sucedió a tres hermanas costarricenses que se enamoraron locamente de cinco de esos sementales egipcios y de lo cual tengo y soy testigo.

La primera es hija única, siempre vivió con su madre, ya en la vejez de la señora, se mantenían juntas y era obviamente el único sostén de ella. Después de que se desató la pasión por el egipcio y luego mágicamente el interés por el Islam, ella tuvo que ahorrar durante un año para viajar a Egipto e ir a conocerlo.  Allá la familia de él la aceptó relativamente bien y se casaron.
Regresó a Costa Rica a volver a trabajar durante un año más para irse a vivir definitivamente a Egipto. Él le dijo, que no se llevara a la madre porque no la podía mantener, lo cual ella aceptó.
La madre me contó cuánto dolor sentía al separarse de su hija de esa manera y no sabía muy bien cómo iba a hacer para poder mantenerse de ahora en adelante ella sola, también el temor que le causaba que su hija estuviera tan lejos en un país tan distinto y retrógrado, pero, ni modo, no había nada que hacer. Durante el año que estuvo en el país, él la obligó a comenzar a usar el velo, configuraron el teléfono de ella para que él siempre la tuviera localizada, si por alguna razón por ejemplo, el autobús de ella se desviaba aunque fueran 100 metros de la ruta (por un choque o algo así), él la llamaba inmediatamente para preguntarle qué estaba sucediendo. 
Apenas ella llegaba a casa tenía que llamarlo por Skype, ponerle la cámara y demostrarle que en la casa no había “ningún hombre”. También la obligaba a tomarse un video y una fotografía todos los días en el momento en el que ella se pesaba porque él no le iba a tolerar que aumentara un kilogramo de peso.
Cuando le advertí del grave peligro en el que se encontraba al exponerse de esa manera porque, si así le trataba a la distancia, cómo sería cuando ya ella estuviera allá definitivamente en un país en el que en realidad no hay derechos fehacientes para la mujer, con un idioma extraño y a su merced? Le insistí en que llegado el momento él le iba a reclamar también el haber abandonado a la madre como a un perro, se lo iba a cobrar y a restregar el resto de la vida porque ya saben, en el Islam: “el Paraíso está a los pies de la madre” y por eso ellos por lo general hacen lo que ella les ordena. La hermana terminó enojándose conmigo para siempre y me convirtió en su enemiga acérrima. Imagino que ya debe estar en Egipto con él, cómo le va? Ni idea, espero que bien, pero si por la víspera se saca el día, lo dudo mucho.

La segunda también tuvo que ahorrar para ir a conocer a su “faraón-habibi”, se casaron allá y viven en una miseria completa, tanto así que cuando alguien la fue a visitar, contó las condiciones deplorables en las que se encuentra.
Si revisan el facebook de ella, lo tiene lleno de fotos de él y ya no puede tener contactos varones, él no tiene una sola fotografía con ella y tiene muchas “amigas” de contacto. Ella aumentó unos 50 kilos de peso desde que está con él y dejó de ser ella, se convirtió en kilos y kilos de tela y piel que cubren lo que en realidad es.
También esta hermana se convirtió en mi enemiga acérrima por advertirle del peligro al que iba.

La tercera, una abogada adinerada, se enamoró de un habibi que le decía que era multimillonario, sin embargo, ella era la que gastaba más de $2000USD mensuales en llamarlo.
Él le hablaba de negocios con petroleras en USA y cosas por el estilo y ella se lo creyó todo. Ella comenzó la relación con él estando casada con otro abogado muy influyente y estaba dispuesta a dejar botados aquí a dos hijos de 6 y 14 años porque bueno, el “llamado de la fe” era demasiado fuerte y ella quería completar su mitad.
Cuando el esposo se dio cuenta, se divorciaron y fue un escándalo de padre y señor mío, sin embargo ella fue a Egipto a conocerle personalmente, él multimillonario egipcio, jamás apareció.
Ella terminó casándose aquí con otro egipcio 15 años menor que ella.
El único caso agradable del que tengo noticia, es el de la hermana Nana, quien encontró a un buen esposo, lastimosamente es un caso aislado, aunque obviamente deben existir muchos más.

La cuarta, una mujer de 55 años que se enamoró locamente de un egipcio de 18 años. Él, como suelen hacer los musulmanes, le dijo que no importaba la diferencia de edades ya que el profeta Muhámmad (pbsce) se casó con una mujer 15 años mayor que él.
Este jovencito, le dijo que era indispensable para él, que ella comenzara a usar la burka, ya que era demasiado celoso y la amaba tanto que no deseaba que ningún otro la viera (no porque le daba verguenza que vieran qué tan vieja estaba la novia), y así ella, aquí mismo en este país, comenzó a usar la burka aún en la casa de sus hijos, quienes estaban razonablemente molestos, asustados e indignados con el cambio de comportamiento de su madre, la cual, intentó suicidarse en tres ocasiones, ante la desesperación de no tener el dinero que cuesta el pasaje para visitar a los faraones.

Resulta sumamente importante aclarar y advertirle a las mujeres, de los peligros que se encuentran al ofrecer casarse con hombres de países de mayoría musulmana quienes por lo general en su gran mayoría, son machistas de primera clase y de condición social baja, con casi nada de educación y con un conocimiento del Islam, sumamente primitivo.
Su condición social no sería problema si son buenas personas, el problema es que ellas no comprenden que con tal de obtener papeles y mejores opciones que en las de sus países, van a decir, hacer y prometer cualquier cosa con tal de salir de allá y ellas ingenuamente les creen todas sus promesas de amor y hasta se sienten halagadas por lo posesiva, celosa y enfermiza relación porque por lo general, aquí nadie les da pelota de la misma manera, y tienden a confundir “control” con “amor”.
Me aterra la idea de cuántas se encuentran en este tipo de situaciones porque muchas me han escrito para contarme todo el tipo de abusos que sufren estando ya casadas, me aterra sobremanera cómo muchas me han dicho que con tal de no estar solas, sí se arriesgan a irse y jugársela.
Resulta terrible el hecho de que aunque se casen allá y regresen a sus países de origen, las situaciones de agresión no cambian ni teniendo las leyes a nuestro favor, porque ellos son los mismos.

Y lo peor es que, estos hermanos que se declaran super religiosos y piden a mujeres super religiosas, suelen ser los peores fanáticos y agresores. Usan su falsa religiosidad como imán para atraerlas.
La quinta, el caso de la hermana Erika, a quien un piadoso psicópata le estafó unos €6000 que jamás va a recobrar, todo con habladas de hadices y aleias del Corán para mantener sus vicios? O las que han caído en redes de prostitución por dejarse llevar ciegamente por promesas de amor eterno?
Les dejo el enlace de la nota que en su momento escribí a pedido de ella:


No solamente por Internet se presenta el peligro, yo también engroso el número de las estadísticas, porque estando aquí en Costa Rica, en mi propio país y con mis propias leyes, conocí sin ninguna red social de por medio a mi religioso ex esposo y admirado sheikh de la comunidad islámica, el cual, casi nos mata a mi hija y a mí cuando estaba embarazada, él, bajo el amparo y corrupción de toda la directiva de la mezquita, los cuales, me decían que yo NO TENÍA DERECHOS, QUE DEBÍA CALLARME, QUE  NO VALÍA NADA. Solamente que en este caso, él es marroquí y los piadosos directivos, un poco de árabes trasnochados que se creen los dueños y representantes del Islam en Costa Rica.
Yo aunque no vi ninguna novela, me la fabriqué en mi propia cabeza y aconsejada por otros hermanos musulmanes quienes me aseguraban que con solamente hacer una oración especial que se llama "salat ijtihara" (para pedir guía) y diciendo Bismillah (en el nombre de Allah), tooodo saldría perfecto. Según, yo, la fe, el amor y la oración era lo único que necesitaba, enterrando el sentido común y todas las alertas que en otros casos jamás habría ignorado. Yo, simplemente, quería creer. Aunque salvé mi vida y la de mi hija, muchas no lo lograron. 

Yo les pido a estas mujeres más sentido común y aunque nadie escarmienta en cabeza ajena, por favor piénselo tres veces antes de irse a una relación de ensueño fabricada en sus propias mentes por la telenovela el Clon o los cuentos de las 1001 noches, que despierten antes de que lo haga la peor de las pesadillas.

Y aunque estos casos, podrían haber ocurrido en cualquier país, advierto y prevengo a las mujeres que están enamoradas de musulmanes porque todavía al día de hoy y pese a las advertencias, me encuentro con mujeres, muchas de ellas costarricenses, quienes me dicen que no les importa nada de lo malo que le ha sucedido a otras, que con ellas "todo va a ser diferente", que  no quieren estar solas y por lo tanto, prefieren a un hombre de tierras exóticas, que a "un tico aburrido".

Les adjunto algunas otras alertas sobre este mismo tema que me he encontrado en la red:


miércoles, 28 de diciembre de 2016

Perdí un teléfono pero gané una hija.

Perdí un teléfono pero gané una hija.

Aunque desde hace varios años le había facilitado a mi hija un teléfono celular debido a que yo trabajaba fuera de la casa y necesitaba comunicarme con ella mientras estaba ausente, fue hasta hace unos meses en que comencé a notar un cambio grande en mi hija de 12 años.
La costumbre me hizo no retirarle el teléfono sobretodo porque ella se puede comunicar vía whatsapp con sus hermanos e incluso con su padre a los que casi nunca ve o no comparte del todo por encontrarse fuera del país o trabajando todo el tiempo.
Como está cursando el quinto grado de primaria, nunca le permití tener su propio Facebook previniendo que se comunicara con personas indeseables u observara videos o imágenes impropias para su edad, a lo más que accedí fue a que ojeara el mío y en mi presencia, en donde no tengo en realidad a contactos que se pasen de la raya.
Mi hija de repente dejó de dormir temprano tal como era su costumbre, pasaba observando videos que había descargado en la escuela ya que en casa no contamos con Internet. De vez en cuando le recargaba la línea telefónica y de esa forma se lograba conectar de manera esporádica.
Aunque me encontraba consciente de que además de sus familiares se comunicaba con compañeros y otros amigos he de confesar que me ayudaba bastante el hecho de que ella se mantenía ocupada al tiempo de que yo realizaba mis quehaceres.
Sin embargo, de manera imperceptible aun para mí, en donde casi siempre nos encontramos juntas en casa y por no haber ella bajado en su rendimiento académico ya que por el contrario, este año siempre se mantuvo entre los primeros promedios de su grupo; no vi señales tangibles que me alertaran de que algo dañino estaba sucediendo con ella.
Sin embargo, por pura casualidad ante una emergencia, debido a que uno de sus hermanos no aparecía desde hacía unos días y al no tener yo misma la aplicación de whatsapp en el teléfono por ser un Nokia Lumia, para el cual ya no existe tal medio de comunicación, me fui al de ella a revisar si se había comunicado con el hermano.
Con preocupación noté que mi hijo tampoco le había contestado a ella algunos mensajes pero me llamó la atención un contacto al que tenía con un apodo y un corazón.
Al revisar la conversación no pude reconocer al joven de la fotografía de perfil y aunque no le contestaba casi, dos frases y una respuesta por parte de él elevaron mi horror al máximo:

Hija: -Te amo.
Hija: -¿Por qué no me contestas? Hoy voy a ir a tu casa.
Él: -No contesto para evitar mal entendidos.
Hija: -Perdóname.

Mi estupor llegó al máximo aunado a la preocupación por la ausencia de mi hijo que se encuentra en el extranjero.
Como mi hija se encontraba en casa de su hermano, decidí guardar el teléfono como medida urgente, advertirle del asunto pidiéndole que la cuidara y que tratara él por su lado de averiguar qué era lo que estaba sucediendo mientras yo salía a realizar unos trámites urgentes.
Con la cabeza en otro planeta y más tranquila luego de que mi hijo reapareció, tres días después tomé el valor suficiente para leer el resto de conversaciones del teléfono. La mayoría eran trivialidades que le quitaban bastante tiempo, su hermano descubrió que el joven del que ella se había enamorado era simplemente de su primo de 17 años, el cual, ya con novia y de manera diplomática y hasta preocupado por la situación, le contestaba en algunas ocasiones de forma amable mientras que en otras, simplemente la ignoraba.
Entonces por fin caí en la cuenta del peligro al que la he estado exponiendo al ofrecerle una herramienta que se convierte en un arma de doble filo de acuerdo al uso que se le dé.
Recordé cómo varias amigas de su edad tienen Facebook y pasan defendiéndose con uñas y dientes del terrible acoso escolar al que son sometidas por las diferentes publicaciones que realizan en las redes sociales. No pude olvidar tampoco cómo muchas de ellas inclusive de menor edad que la mía, ya se encuentran hipersexualizadas publicando por ejemplo: en qué parte del cuello desean ser besadas por “su hombre” o fotografías sensuales que las convierten en carnada fresca para redes de pederastas y cualquier otro tipo de psicópatas.
Hablé con ella entonces, le expresé mi profunda preocupación por lo que había estado haciendo y todos los peligros a los que se estaba exponiendo y ¡comprendió!
Aunque ya había tomado una decisión al respecto sobre cuál era la mejor solución al problema, le pregunté qué pensaba al respecto, respondió:
- Lo mejor para evitar problemas, es no tener más teléfono, ya no lo quiero.
Así lo hice y con agradable sorpresa he ido recuperando a mi hija, ha vuelto a jugar en la vida real con niñas de su edad, el monopatín, la gata, el perro, busca las frutas de los diferentes árboles en donde vivimos y regresó a subirse a la casa del árbol que había construido con sus amigas.
Esta difícil experiencia que vivimos, aunque para muchos pueda resultar exagerada o simplemente “nada”, en mi caso, abrió los ojos y concientizó para caer en cuenta de que le estaba dejando la responsabilidad de la crianza de mi hija precisamente en la pre-adolescencia, una de las partes más delicadas de la vida, a un aparato y a las redes sociales.
La vida y difíciles experiencias que ya hemos vivido y sufrido los adultos, nos han enseñado que los caminos que en apariencia resultan más fáciles, nunca son buenos, todo lo contrario.
Y es que…¡qué fácil y cómodo resulta el hecho de delegar en aparatos con apariencia de juguetes, nuestra responsabilidad como padres! El trajín diario nos empuja a evadir para ahorrar tiempo, espacio y dinero; por eso lo comprendo pero no lo puedo justificar.
Muchos de nuestros niños ya no son nuestros, se los estamos poniendo en bandeja a depredadores que se encuentran al acecho y luego nos extrañamos de que sean víctimas de delitos que antes ni siquiera existían o se daban muy poco.
Sirva esta difícil experiencia que padecí con mi hija para hacer una cariñosa pero enérgica llamada de atención a todos los padres de familia que permiten a sus hijos acceder a las redes sociales.
Señor, señora: no tema que lo cataloguen de ridículo, polo o anticuado por no darle acceso a su hijo menor de edad a tecnologías que no están hechas para ellos. De la misma manera en la que debe cuidar de todos los detalles para conservar su trabajo, dedíquese a examinar qué hacen y ven sus hijos cuando navegan por Internet o usan las redes sociales.
Con esto no pido que les prohibamos las herramientas que les pueden ayudar a mejorar su rendimiento académico ni el desarrollo natural para su edad, sino a que de manera concienzuda, se pregunte y analice si un teléfono inteligente es lo mejor que le puede obsequiar a sus hijos. Recuerde que si necesita estar en contacto con ellos cuando se encuentran fuera de casa, todavía existen las líneas telefónicas fijas o teléfonos celulares de bajo precio y con poca capacidad desde los cuales, no se puede acceder a las redes sociales y a los que ya muchos profesionales de alto nivel han regresado debido a que están saturados de la sobre-exposición que implica encontrarse siempre localizable y recibir el exceso de información que recibimos a través de la red.
Y no tema, eso no le va a hacer un mal padre, todo lo contrario, a futuro, sus hijos se lo van a agradecer aunque por ahora no lo comprendan.
Rashida Jenny Torres.