La bomba que no es.

Esa cacareada inspección a Irán no podría parecerse más a aquella que sufrió el pueblo iraquí, con la cual comenzaron los conflictos interminables en la zona.
Alfonso del Rosario | Cuba

Muy bien se ha aprendido la lección Barack Obama de desviar la atención de los problemas reales accionando la discreta cortina de humo de la duda. Ahora resulta que, mientras sirvió de anfitrión para la Cumbre sobre Seguridad Nuclear, su país lidera los desvaríos armamentistas del planeta: y allí eso casi nadie lo vio.

Pero lo más sorprendente es que el chivo expiatorio de la cita fue Irán, mientras una noticia pasa desapercibida para la gran prensa: el gobierno sionista de Israel firmó hace apenas dos semanas un contrato millonario para la compra de armas ¿con quién? Pues, con los Estados Unidos de América.

Es el mismo Israel que nunca ha sido ni siquiera molestado con una llamada telefónica por sus escandalosas reservas de armas nucleares, ni por la auténtica amenaza que representa para la región oriental con sus desmedidas posiciones.

Pero, como quiera que la memoria es nuestra mejor aliada, recordemos aquella declaración del mismísimo Obama a principios de año de su marcado interés por incrementar el uso de la energía nuclear en su nación.

Por ahí andan las cosas: mientras los Estados Unidos y su mejor socio estratégico, Israel, se arman hasta los dientes, piden al resto del mundo que moderen su comportamiento.

La preocupación con respecto a Irán es la supuesta fabricación de una bomba nuclear, o los ataques a otras ciudades del mundo con sus armas, pero eso es lo público, porque lo oculto es el desprecio al gobierno de Teherán por su inalienable derecho al uso pacífico de la energía nuclear, así como su negación a ser objeto de inspecciones manipuladas por parte de Washington.

Esa cacareada inspección a Irán no podría parecerse más a aquella que sufrió el pueblo iraquí, con la cual comenzaron los conflictos interminables en la zona.

Pero en su carrera desenfrenada por aislar a Irán, los Estados Unidos suman a los mandatarios de todo el mundo, y hasta China, uno de los verdaderos oponentes al asunto, ha acordado sentarse en la mesa de negociaciones con Obama para acordar nuevas sanciones contra el pueblo iraní.

Esta estrategia le brindó muy buenos resultados al mandatario estadounidense: luego del acto abominable de recibir al Dalai Lama en su país, ahora ha esperado que las tensiones se enfriaran y ha puesto al mandatario chino, Hu Jintao a comer en la misma mesa del desatino contra Irán.

Atrás parecen haber quedado los conflictos entre las dos naciones; ya Beijing emprenderá la larga carrera por devaluar el yuan, al precio de no ser denunciada por los Estados Unidos en los organismos mercantiles.

El precio de esa colaboración norteamericana exige de China su adhesión al grupo de naciones que sancionarán a Teherán.

Porque el resto de las grandes potencias parecen estar de acuerdo en que el peligro iraní tiene que ser castigado, así que sólo queda darle mucho más dolor al chivo expiatorio, y de paso continuar haciendo precisamente todo lo contrario a lo que pregonan en frente a las cámaras.

No obstante a eso la reacción de Rusia ha sido como una de las más inteligentes en la cita, ellos se comprometieron, junto al compromiso norteamericano, en reducir sus depósitos de plutonio en 34 toneladas, lo cual es verdaderamente un paso de avance.

Pero de lo que se trata es de un simple detalle: ambos países tienen tanto arsenal nuclear en sus depósitos, que hacer una reducción resulta ventajoso, y de paso no perjudica los verdaderos potenciales armamentistas que poseen.

Esa es otra cortina de humo que muchos tomaron por el anzuelo, pero pongamos un simple dato sobre el telón.

Entre Rusia y los Estados Unidos, luego del famoso acuerdo que acaban de firmar, poseerán algo más de tres mil ojivas nucleares listas para ser lanzadas, una cifra alarmante, si se tiene en cuenta que para destruir todo el planeta bastan mil ojivas nucleares.

Y continuamos concentrándonos en Irán, en Irán y en Irán. La verdad es que la paz mundial es un problema hoy en día, sobre todo por esa constante amenaza que representan las grandes potencias que nos hacen girar la vista hacia los indefensos.
http://www.radioangulo.cu/index.php?option=com_content&task=view&id=10850&itemid=190

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