Un cuento de Libertad, Igualdad y Fraternidad.
En un bello pueblo vivían dos vecinos, Pierre y Ahmed.
Pierre es multimillonario, propietario de bellos terrenos, obras de arte, nunca le falta nada, de todo le sobra a raudales, tiene muchos empleados y con todos los lujos que solo el dinero puede ofrecer. Suele usar una elegante boina color vino que hace resaltar sus inconfundibles rasgos europeos, blanco como la leche, detesta realizar trabajos o actividades al aire libre, su piel es muy delicada para exponerse a elementos naturales sin la debida protección. Marie su esposa, conserva la belleza de manera artificial, liposucciones, liftings, cirugías plásticas y caros trajes de diseñador, le ayudan a sentirse bien. Le parece que vive en una jaula de oro y nunca está satisfecha, por eso, se conforma con todos los gígolos que puede pagar y los disfruta a rabiar. El único hijo que el matrimonio logró procrear es Phillipe. Estudia una carrera administrativa, después de haber abandonado otras en caras universidades. Desde niño había sido enfermizo y delicado, hasta el menor aire le resfriaba y podía pasar convaleciente algún tiempo. El mínimo resfrío implicaba visitas a caros hospitales y médicos. Como su padre se lo da todo, no tiene que trabajar por lo que quiere, su única preocupación debe ser, llevar a buen término su profesión, aunque sabe que si no la termina, nunca nada le va a faltar. Todavía no se ha casado, no necesita a una mujer en su vida, es feliz yéndose de juerga con muchas que se le ofrecen de cualquier manera solo para ser vistas con él en sus yates o aviones privados.
A unos cuantos kilómetros vive Ahmed. Su piel no es tan oscura, pero la exposición al sol debido al trabajo al aire libre, lo ha bronceado de manera natural. Tiene una apariencia sana y agradable. Aunque no posee grandes lujos, se ha acostumbrado a vivir de lo que produce, sus terrenos son significativamente más pequeños que los de Pierre pero ha sido bendecido por la madre Tierra con recursos que los terrenos de Pierre no tiene. Trabaja en su propio negocio, se siente feliz y agradecido, su vida es equilibrada y tranquila. No se ha preocupado en acumular fortunas porque su felicidad consiste en mantener sus terrenos limpios de maleza y utilizar solamente lo que necesita. Sus padres le enseñaron a no sobreexplotar los recursos y los conserva de la mejor manera, Ahmed sabe que en algún momento se pueden acabar, sin embargo, si es cuidadoso, puede seguir administrándolos para que le den a vasto con sus necesidades básicas. Aisha su esposa, posee una belleza natural, no necesita maquillaje alguno, ayudarle a Ahmed en las tareas domésticas le mantiene sonrojadas sus mejillas. A pesar de que tuvieron tres hijas y un varón, su figura se conserva mejor que antes de que nacieran, sus caderas se redondearon y sus pechos se llenaron. Maryam asiste a la escuela pública, aunque queda un poco lejos, prefiere ir a pie, así pasa por sus otros amigos y llegan juntos. Karima es adolescente, en la secundaria es la mejor promedio y es admirada por su belleza e inteligencia. Jazmín la mayor ya es universitaria, nunca ha tenido novio porque está enfocada en su carrera, quiere ser una gran abogada, las leyes son su pasión. Abdul el mayor, trabaja, estudia y le ayuda en los quehaceres a su padre cuando le queda tiempo. Aprendió a administrar, más que por sus estudios universitarios, a base de esfuerzo y observando el ejemplo de Ahmed quien siempre fue cariñoso y le enseñó lo importante de ser íntegro e impecable. Ahmed le aseguró que mientras respetara la ley se mantuviera en negocios lícitos, todo, saldría bien.
Ahmed está feliz en sus terrenos y como pasa tan ocupado dándoles el mantenimiento requerido, no tiene tiempo ni necesidad de salir a comparar qué tienen los otros vecinos ni los envidia porque él a su manera, lo tiene todo en realidad. Sus esfuerzos se concentran en mantener a su familia de manera digna; esposa e hijos son su mayor orgullo.
Pierre por su parte, aunque tiene lo mejor de lo mejor siempre quiere más porque tanta riqueza le aburre fácilmente y desea explorar otros terrenos ajenos a los suyos para ver qué se encuentra de camino.
Los vecinos de Pierre y Ahmed, se conservan indiferentes a todo lo que sucede a su alrededor siempre y cuando no les afecte a ellos de manera directa. Algunos tienen un estilo de vida parecido al de Ahmed, otros, al de Pierre.
Un día, en su lujosa limusina de vidrios polarizados y tomando un delicioso Cognac en su exclusivo minibar, observa por casualidad los terrenos de Ahmed. Ahmed se encontraba fuera de la casa, había montado una mesa en el jardín con su bella esposa e hijos, entre risas y juegos, pudo oler aun a la distancia cómo disfrutaban de un aromático café con cardamomo.
Y entonces sucedió lo que nunca debería haber ocurrido, pero que es más común de lo que estamos conscientes: Pierre se sintió miserable. Aunque lo tenía todo, en su casa nunca observó ése tipo de felicidad ni belleza. Su esposa pasaba ocupada en clubes sociales, salones de belleza o quirófanos y a su hijo ya nunca lo veía, cada uno tenía vidas aparte y nunca estaban juntos. Su riqueza no le había costado trabajo alguno porque al igual que su hijo, era heredada. Ya ni siquiera su amante le prestaba atención, se había cansado de esperar a que se divorciara de su esposa, algo que jamás podría hacer, no era viable dividir las riquezas conseguidas en conjunto durante el matrimonio, había sido un poco ingenuo y como cuando se casó no era tan rico, no existía de por medio un contrato prenupcial que le impidiera tener que repartir sus riquezas por la mitad. Así las cosas, prefería llevar una vida que en el exterior era idílica a pesar que puertas adentro, estaba vacía.
Entonces ideó un plan, de alguna manera se iba a adueñar de las propiedades de Ahmed, su bella esposa e hija; así, no tendría que comprar de manera indirecta las materias primas que sus muchas empresas manufacturaban, conocería un amor natural y tendría una estirpe sana y fuerte.
Se dirigió a la UNO (Unidad Nacional de Operaciones), la máxima representación de la ley en su pueblo, en donde era muy conocido por las constantes donaciones que efectuaba periódicamente para mantener al jefe controlado a placer y en donde nunca habían escuchado nada de Ahmed que no fuera sus puntuales declaraciones de impuestos.
Le aseguró al jefe que Ahmed tenía agroquímicos letales que estaba dispuesto a utilizar en cualquier momento para arruinar sus cosechas y las de todo el pueblo. Informó que Aisha estaba desesperada por divorciarse ya que no toleraba los abusos a las que era sometida al ser obligada a realizar tareas domésticas y en el campo, que Jazmín estaba enamorada de Phillippe pero que Ahmed impedía la unión.
Con lujo de detalles, presentó pruebas y estudios de impacto ambiental elaborados por sus propios empleados en donde con complejos mapas y estudios bioquímicos, se lograba identificar las bodegas en las que Ahmed preparaba los peligrosos pesticidas.
Para hacer más creíble la amenaza, Pierre envió a algunos de sus empleados a incendiar la propiedad de un vecino, plantando pruebas en contra de Ahmed, no sin antes haber esparcido entre todos los vecinos del peligro que implicaba no tener controlada a la familia de Ahmed. Llegó incluso a autosabotearse en una bella tarde, a vista de todos logró implosionar su mayor bodega y la gente atónita comprendió con mucho dolor que Pierre hablaba en serio.
Todos juntos se fueron a la UNO a realizar las acusaciones del caso, todos estaban aterrados, jamás habían observado tal nivel de violencia y odio en un pueblo tan gentil. Por tanto y con pruebas en mano, la UNO creyó a pie juntillas todos los informes y no dudó en lanzarle advertencias al sorprendido Ahmed quien en realidad, no comprendía nada.
Dejó sus múltiples ocupaciones y fue a defenderse de un delito que no había cometido, dio permiso para que la representación de la UNO accediera a sus terrenos y luego de una exhaustiva búsqueda, solamente encontraron los materiales comunes que se utilizan en terrenos agrícolas como los que tenía Ahmed. Sin embargo, notaron que tenía una bodega llena con recursos que no tenían las otras propiedades, los cuales resultaban demasiado atractivos.
Por su parte, la UNO, aumentó los impuestos de Ahmed y comenzó a poner amenazante vigilancia en las propiedades de los otros vecinos. Las armas apuntaban directamente a la casa de la familia. Ahmed comenzó a gastar parte de sus ingresos en defenderse legalmente y a seguir cumpliendo con el pago de los altos tributos a los que estaba siendo sometido.
Las hijas abandonaron los estudios para buscar trabajos que ayudaran a solventar la difícil situación, pero sus vecinos desconfiaban de ellas por ser hijas de Ahmed. Temían que en algún arrebato, ellas se volvieran contra ellos y aunque las habían visto crecer y eran conscientes de que no podían representar peligro alguno, lo mejor era ser precavido. Además, no deseaban que Pierre y la UNO, creyeran que eran aliados de Ahmed, no querían ser sometidos al mismo trato y decidieron no involucrarse.
Pierre urgía a la UNO y a sus vecinos para que echaran a como diera lugar a Ahmed de sus terrenos, Pierre necesitaba abaratar costos para obtener más ganancias y presionaba a sus vecinos para que le apoyaran. Algunos le apoyaron incondicionalmente debido a que habían observado con sus propios ojos las bodegas de Ahmed y le ofrecieron ayuda a cambio de una parte proporcional a su apoyo, de lo que se encontraba en las bodegas, otros, los menos, decidieron mantenerse neutrales, al fin y al cabo, Ahmed nunca les había hecho daño y no representaba amenaza alguna. Mientras no se metiera con ellos, poco o nada les importaba lo que hiciera o dejara de hacer Ahmed.
Luego de la visita a las propiedades de Ahmed, la UNO emitió un edicto en el cual señalaba que rechazaba la petición de Pierre para echar a Ahmed y le advertía que se abstuviera de lo mismo so pena de verse castigado duramente por dicha acción.
Como Pierre sabía que su apoyo económico a la UNO, pesaba más que cualquier edicto, decidió echar a Ahmed.
Ahmed solamente descansaba los domingos, se iba con Abdul a visitar a su anciana madre y traer provisiones para el resto de la semana, mientras que sus hijas le esperaban amorosamente, así que Pierre aprovecharía ese día.
No más salieron, Pierre organizó a Phillippe, que estaba excitado con la idea de adueñarse de una virgen por primera vez en su vida y junto a dos vecinos que también estaban deseosos de obtener los recursos de Ahmed, comenzaron a saquearlo todo. Por la fuerza Pierre comenzó a besar a Aisha, le excitaban sus carnosos labios y turgentes senos. Aisha luchó con toda su energía, trató de todas las maneras de defenderse pero no pudo contra Pierre y ahí frente a sus hijas procedió a violarla. En un momento, Maryam y Jazmín trataron de derribarlo, pero Pierre logró asesinar a Maryam, no sin antes dejar pasar la oportunidad de violarla, en varias ocasiones y antes de que se desmayara, frente a Aisha. Jazmín fue capturada por Phillippe y de la misma manera, fue obligada a satisfacer sus excitados apetitos y fantasías.
Los vecinos por su parte, se hacían de la vista gorda, limitándose a no participar de dichos eventos, al fin y al cabo, lo que les interesaba eran los recursos.
Pierre llevó a su casa a Aisha y a Jazmín y las encerró en una habitación pese a los reclamos de Marie que consideraba a esas mujeres poco menos que escoria.
Cuando Ahmed y Abdul regresaron quedaron paralizados, no comprendían qué había sucedido, se dirigieron a la UNO, quienes les aseguraron que realizarían una investigación para encontrar a los culpables y hacerlos pagar hasta las últimas consecuencias.
En medio del llanto y un dolor indescriptible, realizaron el funeral de Maryam. Se fueron a preguntar a sus vecinos pero ellos aseguraron no saber nada del asunto. Sin embargo, encontraron entre los escombros una boina color vino manchada con sangre, la boina de Pierre.
Con pruebas en mano, se dirigieron a la UNO, quienes le explicaron que a pesar de la boina, nadie podía asegurar que fuese Pierre el culpable de tal atrocidad.
El tiempo inexorable fue pasando. Ahmed y Abdul tuvieron que acostumbrarse a vivir con lo básico, solos y tristes, trataban de rehacer sus vidas, pero no era fácil. Ningún vecino quería darles trabajo ni facilitarles créditos. Aunque de manera muy amable ofrecían comprarles la propiedad a precios ridículamente bajos. Ahmed y Abdul pensaban que podían soportar más. Pero no fue así.
La UNO no accedió a bajar los altos impuestos que recaían sobre la propiedad porque consideraba que pese a todo, Ahmed y su hijo, podían resultar peligrosos lo que obligó a venderla por una suma absurda, dejó solo unos cuantos metros para una habitación. Abdul decidió ir a probar en terrenos más distantes.
Entonces, Ahmed tuvo que hacer lo impensable, le fue a pedir trabajo a Pierre. Pierre encontró una oportunidad para tener a un empleado con grandes conocimientos y fuerzas. Le ofreció la mitad del salario que le pagaba a sus otros empleados y le puso el doble de funciones.
Ahmed aceptó, no le quedaba de otra, Pierre fue el único que quiso darle trabajo. Era eso o morir.
Comenzó a trabajar, con pocas fuerzas pero dando lo mejor de sí, aunque notaba que lo trataban diferente que a los demás empleados. Permanecía completamente vigilado, le exigían más que a los otros, si algo faltaba o sucedía algún imprevisto, ipso facto lo culpaban a él. En muchas ocasiones le rebajaron de su salario los objetos que otros se llevaban porque nadie más era sospechoso. Trataba de comprender por qué Phillippe siempre le dirigía miradas socarronas o las de asco que recibía por parte de Marie.
A veces iba a la UNO a preguntar cómo iban las investigaciones de su tragedia pero nadie le daba respuesta.
Abdul por su parte, obtuvo un empleo en las mismas condiciones que su padre, era detestable pero tenía que guardar fuerzas para hallar a los culpables del asesinato de su hermana, rapto de la otra y de su querida madre.
Un día en que Pierre, Marie y Phillippe salieron, se presentó una emergencia en casa de Pierre. Un pequeño incendio estaba consumiendo la parte más alejada de la elegante mansión.
Varios empleados le pidieron ayuda a Ahmed y se apresuraron a apagar el fuego. Dentro de una habitación cerrada con varios candados y muchas cerraduras, lograron escuchar los gritos de mujeres.
Nadie sabía que allí vivieran más mujeres que no fuera Marie.
La sangre se agolpó en la cabeza de Ahmed al lograr reconocer las voces de Aisha y Jazmín. Les preguntó si eran ellas, a lo cual respondieron afirmativamente. Creyó volverse loco y desesperado, pidió ayuda a los otros empleados que ante tal situación, prefirieron alejarse y llamar inmediatamente a la UNO.
Imposibilitado a sacar a su esposa e hija de la inexpugnable habitación, se puso a hablar con ellas mientras esperaba la ayuda. Le contaron lo que había sucedido el fatídico día de la invasión por parte de Pierre a su casa. Cómo había asesinado a Maryam y cómo las habían violado de manera reiterada, día tras día. Debían servir a Marie, Pierre y Phillippe sin recibir salario alguno. Habían contraído enfermedades venéreas y ya no sentían dolor ni odio, solamente querían que todo terminara.
En eso llegó Pierre, forcejeó con Ahmed y tuvieron una batalla a muerte. Cuando Ahmed estaba a punto de asfixiar con sus propias manos a Pierre, llegó la UNO.
Inmediatamente, arrestaron a Ahmed.
En un juicio sumario y ante las contundentes pruebas, condenaron a Ahmed a cadena perpetua por intento de homicidio y piromanía.
Fue catalogado como reo peligroso sin derecho a visitas y confinamiento en solitario.
Una vez al mes, tenía derecho a enviar o recibir una carta.
A modo de clave y en su propio dialecto, le contó a Abdul lo que había sucedido.
Abdul que era conocedor de las leyes e inclusive en algún momento prestó servicios ad honorem en la UNO, comenzó el largo proceso de demostrar que su padre no había sido victimario, sino una cruel víctima de un corrupto sistema y sociedad.
Los empleados que irrumpieron en casa de Pierre el día del incendio, declararon a favor de su jefe y recibieron ascensos y aumentos de salario por ello. Aisha y Jazmín decidieron dejar de alimentarse y débiles por la sífilis, murieron por inanición. Sus cuerpos fueron incinerados y enterrados en la parte trasera de la mansión en donde sembraron un hermoso rosal blanco que perfumaba y agradaba a los exclusivos visitantes, sobretodo en las célebres fiestas de independencia, la UNO siempre hacía llegar sus invitaciones y designó a Pierre, Marie y Phillippe como miembros permanentes e indispensables de su junta directiva.
La UNO y la familia de Pierre, en una publicitada actividad que fue transmitida a nivel mundial, cortaron una bella cinta que daba el inicio a una nueva dependencia, llamada con las tres letras de las enigmáticas palabras que hacían alusión a las que habían servido para fundar a su amado país: LIF.
De manera muy generosa y altruista, Pierre donó el extenso terreno en donde se encontraba un bello rosal blanco para construir ahí un bello monumento a la libertad, al triunfo y al honor.
Desde ese día, el monumento ha sido tomado como punto de referencia para demostrar cómo la solidaridad, honor y colaboración entre vecinos es posible.
Pasaron los años y ante la ratificación a la condena de Ahmed, este acabó con su vida ahorcándose en su celda con la camisa de su uniforme de preso.
Fue hasta entonces que Abdul, logró comprender que se había quedado completamente solo y entonces, comenzó a pensar qué podría hacer para reivindicar a los suyos y al los que habían sufrido cosas parecidas.
Rashids Jenny Torres.
***Nota de la autora: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.