Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

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miércoles, 19 de enero de 2011

Carta de despedida de un hombre con Síndrome de Asperger a su esposa.

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Bueno, en toda empresa uno siempre debe tener un plan B, un salvavidas. Por lo general, es volver a un sitio de seguridad del que uno vino.

Durante estos diez años intenté civilizarme, formar una familia, tener hijos, trabajar y vivir tranquilo. Lo intenté en varias oportunidades y hasta tuve la inmensa suerte de encontrar un tipo que confió en mí, supo poner a trabajar mi talento y me dio trabajo. Pero no fue suficiente, el resto no funcionó.

No sé si esto de vivir en sociedad, trabajar y formar una familia es para mí, al menos todavía. Necesito un tiempo para pensarlo.

Me voy a la calle, a vivir de la mendicidad, como antes. A ser libre. Y obviamente no me voy a quedar por los alrededores, voy a hacer un largo viaje.

La mayoría de quienes me conocen me han oído decir que alguna vez experimenté una sensación de libertad y seguridad cuando viví en la calle. La calle es insegura, pero la economía también lo es, y sin embargo uno aprende a vivir con ello.

En alguna medida, esto es un retroceso. Pero cuando uno no encuentra su norte a veces tiene que retroceder un paso para tomar impulso y avanzar dos pasos.

Esta es una fasceta mía que ninguno de ustedes conocía, ni siquiera XXXXX ni XXXXX, mi etapa de viajes había terminado cuando me convertí al Islam, de hecho, fue su conclusión. Fueron las meditaciones de esos viajes las que me permitieron reconocer a simple vista que había encontrado el camino espiritual verdadero.

Es posible que alguno de ustedes se sienta tentado a decir alguna estupidez, de esas que repiten los mediocres, como "qué cobarde, es muy fácil irse y dejar todo", o "qué irresponsable, abandonar a una familia". Mi respuesta sería "me chupa un...". XXXXX no queda peor de lo que la encontré sino mejor; así quedó también XXXXX cuando la dejé. Nadie ha quedado peor de lo que estaba luego de que yo llegara a su vida. Lo que pasa es que la gente se apega a las personas como si fueran cosas.

Esta decisión no implica una rebelión contra Dios, sino una rebelión contra la sociedad en la que vivo. O en todo caso, implica que me niego a seguir siendo lo que esperan de mí. Y honestamente, miren para atrás en la historia, y verán que no estoy inventando nada: los primero sufíes fueron shéijs o cadíes con familia y posición social que abandonaron todo por un hábito de lana y se fueron a vivir de la mendicidad.

Estoy cansado, esa es la verdad. En cada ser humano existe un instinto animal dormido que es un remanente de cuando éramos peces, salvaje y puro. Una vez que se despierta, ya no se duerme. Y yo ya había despertado ese instinto cuando me convertí al Islam y cuando ustedes me conocieron, y durante todo este tiempo, disimulé, pero me estaba aguantando. Si les sorprende esto, es porque no me conocían tan bien como creían.

Así que todo lo que hice después fue un intento, una empresa. Siempre tuve mi mochila lista, conmigo, como la tengo ahora.

A algunos de ustedes les he escuchado que vivir de la mendicidad es indigno. Indigno es no poder ser sin tener. Ustedes, al igual que yo, son mendigos, viven pidiendo. Mendigan afecto a sus seres queridos... mendigan trabajo para poder vivir (y hasta ponen cara de buenos y cruzan los dedos, y a veces no lo consiguen), piden favores, y cuando rezan, se postran ante Dios como mendigos y le ruegan. Le ruegan por todo, porque no tienen nada.

Pero ustedes dependen de todas sus cositas para ser. Sin su posición económica, sin la casita, la seguridad, el autito y las cuentas, están desvalidos, no son. Cada mes tienen que cuidar de su casa, pagar la tarjeta, el seguro del auto, la luz, el gas, el agua, y todo eso para seguir siendo quienes son, y no tiene tiempo para leer un libro. Sin embargo, ser es gratis, y Dios no ha inventado la falacia de que para ser es imprescindible tener. Esa falacia es un monumento al miedo que inventaron nuestros ancestros, y la llevaron al extremo del egoísmo y la avaricia más ruin. Y ustedes, mal que mal, están sumergidos en ese invento de nuestros ancestros.

¿Están seguro que el boludo soy yo?

No le hechen la culpa a XXXXX. Ella tiene su responsabilidad en que me haya cansado. Pero ella no fue quien me impidió educar a mi hijo y me empujó a irme, y en aquellos días también estuve mirando la mochila con mucho cariño. XXXXX tendrá ya una carga suficientemente difícil de soportar.

Dejo mis cosas perfectamente embaladas y transportables, y el alquiler pago con un mes y medio de anticipación. Algunos especularon con que yo era un adicto a la tecnología y la internet. Escuché esa pelotudez pacientemente mucho tiempo sin decir nada. Hasta me propusieron hacer terapia para dejar Facebook. Todo eso me chupa un huevo, son pelotudeces de gente que cree que sabe, que no se conoce a sí misma no me conoce en realidad. Me voy sin reloj, sin computadora, y sin ninguna pertenencia de valor, más que una navaja bien escondida, mi pasaporte, una bolsa de dormir, una muda de ropa, fécula de maiz, una toalla, una botella de agua, una línea de pescar, mi infaltable gomera y un cepillo de dientes. Cuando se vive en la calle y llega la hora de dormir uno corre el riesgo de que le roben, y si me roban eso, no me habrán robado nada que no pueda reponer.

Mi amor: en la cuenta del banco de XXXXX la señora XXXXX me va a depositar 31 dólares, que es el pago por la traducción de los documentos. Retiralos, y usalos. En mi mesita de luz te dejo 80 dólares más 40.000 colones de la plata de las cuentas. Es todo lo que tengo. Te habría dejado más, pero me tenía que comprar zapatos, no puedo salir a la calle en sandalias.

Obviamente no voy a estar revisando mi correo todo el tiempo, pero escríbanme.
Los amo a todos, y si en algún momento vuelvo a "sentar cabeza" como dicen los mediocres cuando disfrazan su miedo de sabiduría, ustedes serán los primeros en enterarse. Al fin y al cabo, ustedes son mi familia, nunca dejarán de serlo. Si me aman, entonces cuídense a sí mismos, porque yo los quiero, y no quiero perderlos.
Les mando una foto mía. Como ustedes saben, la gente vive de apariencias. Así como no hubo mejor manera de ocultar mi civilidad que bajo una barba y unas rastas, tampoco hay mejor manera de ocultar mi salvajismo indómito que bajo un rostro depilado.

También les mando una canción del maestro Silvio Rodriguez que se llama "Soltar todo y largarse", que explica muy bien mis sentimientos y mi necesidad. Eso va a evitar que se pongan tristes, si esto les parece triste. Escúchenla por favor, verán que no es tan mal.

Me despido en la misericordia de Dios.

XXXXX

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