Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

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lunes, 12 de abril de 2021

¿Qué hacemos los musulmanes durante el mes y ayuno de Ramadán?

 


Ramadán es el noveno mes del calendario islámico, este año 2021 corresponde inicia el 13 de abril por la tarde al inicio del cuarto creciente y finaliza el 12 de mayo.

Ramadán también es el cuarto pilar del Islam y se refiere al mes en el que comenzó la Revelación del sagrado Corán al profeta Muhammad, por eso se prescribió el ayuno desde antes que salga el sol hasta que se pone.

El ayuno deben realizarlo solamente las personas mayores de edad y completamente sanas. Existen algunas excepciones, por ejemplo, NO están obligadas a ayunar las mujeres en gestación, en estado de lactancia, los ancianos, personas que por diversas enfermedades no pueden hacer ayuno (diabéticos, personas con gastritis, colitis y otros) y las que se encuentran viajando.

El inicio del mes de Ramadán es una verdadera fiesta, nos reunimos en familia o en las mezquitas y se comienzan las oraciones especiales a las que llamamos el Salat At-Tarahui, se recita el Corán cada día de acuerdo a un orden pre-establecido de tal manera que se divide en el total de días del mes. Escuchar la recitación nos conmueve mucho, la persona que recita el Corán y que lo ha aprendido de memoria recibe el nombre de qāri' (قَارٍئ) o hāfiz y es muy respetado dentro de la comunidad. En algunas ocasiones, el texto es tan sensible y conmovedor, que al hafiz se le quiebra la voz y eso pone muy sensibles a todos los que lo escuchan, algunos llegar a llorar.

El espíritu de Ramadán puede compararse de cierta forma al de la Navidad de los cristianos: la gente se siente sensible, está de buen humor, quiere ayudar a los demás y el compartir con otros da un sentido de pertenencia y comunión muy bello.

Nos levantamos antes de que amanezca, en Costa Rica aproximadamente una hora antes de las 4:30 am y nos alimentamos con un buen desayuno tipo almuerzo “sahur”, realizamos las oraciones correspondiente s(Fajr) y permanecemos en ayuno de tal manera que no se consume ningún alimento, agua ni se mantienen relaciones sexuales. Proseguimos con las oraciones y rutina diaria de manera normal y al llegar la puesta de sol se rompe el ayuno, en árabe se le conoce como “Iftar”. Por lo general se rompe con un vaso de agua o leche y un dátil o su correspondiente de acuerdo al lugar en el que vivimos, en Costa Rica puede ser un banano, una ciruela o algo liviano se realiza la oración del “magrib” y procedemos a cenar la comida más importante y festiva del día. Se preparan diferentes platillos y postres, se comparte con musulmanes y no musulmanes. Es muy natural que durante el periodo del ayuno nos sintamos un poco débiles, lentos y que nuestro metabolismo sea más lento.

Algo de lo que más impacta del ayuno islámico es cómo el sentir hambre y sed, nos solidariza con las personas a las que les falta el alimento porque sabemos lo que se padece por la privación de ellos, por eso, este mes es de tanta importancia para el mundo islámico: nos une, nos sensibiliza, nos recuerda las necesidades de los demás que se pueden olvidar durante el resto del año.

Al final del mes se festeja con El Aíd al Fitr o Fiesta del Fin del Ayuno​ en árabe, عيد الفطر‎, se suele sacrificar un cordero y compartir de nuevo con musulmanes y no musulmanes.

Muchas personas suelen dar también la caridad obligatoria o “zakat (quinto pilar del Islam)”, lo cual corresponde al 2.5% de las ganancias totales de un año para la persona más pobre que tengamos cerca y que no pertenezcan a nuestra familia puesto que nuestra familia es nuestra obligación.

Si somos tan pobres que no tuvimos ganancias en un año, debemos ofrecer al menos un plato de comida a una persona hambrienta y si somos tan pobres que ni siquiera tenemos un plato de comida que ofrecer, se nos pide que andemos siempre de buen carácter y sonriendo porque hasta el sonreír es caridad para personas que no tienen esperanza o que por diferentes situaciones son mal tratadas.

En las mezquitas en las que he vivido, las hermanas llegan a ayudar a cocinar los diferentes platillos de sus países de origen y se adornan tanto las casas como las mezquitas con faroles y demás motivos islámicos, algunas personas suelen estrenar ropa para este tiempo y lucen sus mejores galas, teniendo siempre presente que la mejor gala es un alma piadosa, pura y misericordiosa.

 

 

 

 

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