Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

Teléfono: 005068493-6876

99 nombres de Allah

Islam y Musulmanes de Costa Rica

¿Qué piensas del Islam?


miércoles, 27 de junio de 2012

Necesitamos otra mezquita en Costa Rica.




Estoy tratando de ayudar a hacer otra mezquita en Costa Rica porque la única que existe funciona como un club social privado para árabes adinerados, mientras que la directiva de la actual boicotea cualquier intento de alguien por ayudarnos a construir otra.

Represento a un grupo de mujeres musulmanas solas, que no tenemos apoyo de ninguna organización gubernamental o no.

Algunas fuimos mujeres agredidas por nuestras familias y parejas cristianas por haber aceptado el Islam, otras fuimos agredidas por musulmanes que no entienden nuestra fe y se creen con el poder de tratarnos como "no personas" y por eso, preferimos a estar solas a vivir sin dignidad.

Si estás interesado en ayudarnos a crear otra mezquita nueva, que en realidad sea para musulmanes, sobre todo latinos y conversos, por favor contáctame.

Me encanta la idea de una mezquita solo para mujeres, sin embargo los hombres también serían bienvenidos siempre y cuando no quieran venir a avasallar nuestros derechos de musulmanas.

También intento crear un museo de religiones en el que se predique con el ejemplo, el deseo expreso de Allah y su Mensajero Muhámmad (pbsce) de respetar todos los credos y culturas.

Mi mayor anhelo sería que la mezquita tenga un rótulo enorme que diga en español, inglés y árabe: Bienvenidos todos! Welcome everybody! Marhaban!

Quiera Allah tocar el corazón de alguna asociación o hermano que comprenda que nosotras, las mujeres solas, sin poder económico y trabajadoras, podemos ser usadas por el Altísimo para crear grandes obras.

Allahu akbar!


Rashida Jenny Torres
Musulmana costarricense

sábado, 23 de junio de 2012

Existe la permisibilidad de la violación dentro del matrimonio islámico?

Hace unos días, leía un artículo del sheikh Bilal Phillips (con quien tengo un entrañable contacto virtual) y quedé perpleja ante la defensa que hizo de la violación que según él y otros eruditos musulmanes, puede cometer el esposo dentro del matrimonio en el Islam, atenido en la aleia que dice que:

"Vuestras mujeres son como un campo de labranza, sembrad, pues vuestro campo [mantened relaciones con ella] de la manera que queráis". (La Vaca 2: 223)

Y comencé a recordar…algo que mi mente había bloqueado durante tantos años cuando fui obligada a casarme con 15 años de edad y mi matrimonio duró 16 años con un hombre que me violó constantemente.

Recuerdo cómo esta persona no aceptaba un no como respuesta y mientras estuvimos casados solamente no tuvimos relaciones sexuales mientras yo tenía la regla o estaba en cuarentena (desde el punto de vista islámico, todo esto sería lícito).

Cuando yo me negaba, ya fuera por cansancio, apatía o enfermedad, no había manera de que yo fuera respetada, ya que no me dejaba dormir o simplemente me violaba.

En las ocasiones en las que llevó a cabo varias de sus violaciones, yo estaba seriamente enferma, sin embargo, decía que le excitaba mucho mis quejidos porque asumía que eran por placer.

En muchas ocasiones yo aceptaba la relación solamente para que me permitiera dormir, porque, estaba tan agotada!

Debía atender a tres niños, el negocio familiar, la casa y mi estudio.

He recordado lo que se siente ser un simple recipiente para depositar el semen, en donde mientras él se satisfacía yo solamente lloraba o estaba de medio lado amamantando a mi bebé.

En otra ocasión ni siquiera respetó que mi madre se tuvo que quedar a dormir en casa y en nuestra cama, igual me obligó a tener sexo “despacito” porque ella no se iba a dar cuenta.

Y comencé a odiarlo, a sentir asco de él, a repelerlo, a no acercármele jamás para dedicarle una frase de cariño (por supuesto no las merecía), comencé a creer que era lesbiana, me confundí tanto!

Cuando ya ni siquiera podía aceptar sus acuosos besos, me tachaba de prostituta porque según él es un comportamiento típico de ellas, ya que “las prostitutas no besan”.

Olía mi ropa íntima para saber si podía detectar el semen de los otros varones con los que según él yo estaba mientras iba a estudiar o él se encontraba fuera de casa.

Y así viví 16 años, siendo una cosa, mostrando mi eterna sonrisa, pero engordando 30 kilos porque también a veces me mataba de hambre y en otras me obligaba a comer.

Cuando fui abusada sexualmente por su cuñado y luego de que su hermano me propuso sexo, siempre me culpó a mí, yo era la que los provocaba.

Al cabo de quince años, de constantes violaciones tanto psicológicas como físicas, decidí abandonarlo.

Y hasta hoy había dicho que él nunca me había agredido físicamente, pero, acaso no es la violación dentro del matrimonio una de ellas?

Por eso, encontrarme con el texto del señor Bilal Phllips y quienes le precedieron y continúan apoyando estas aberraciones, me enfurece, indigna y me hace recordar lo que siente alguien a quien un enfermo mental convierte en “no persona”.

Muchos permiten incluso que se calle la violación en el matrimonio debido a este hadiz:

Dijo el Mensajero de Allah (sws) al respecto: “Entre las peores personas para Allah (sws) en el Día del Juicio estará el hombre que después de mantener relaciones con su esposa divulga sus secretos”.

Yo soy entonces de entre las peores personas! Porque prefiero contar mi terrible experiencia para demostrar que no puede ser lícita la violación dentro del matrimonio, ya que conduce a traumas y conductas peores que el negarse a mantener relaciones sexuales si no hay deseo de ambas partes.

Termino refutando a los sabios islámicos que promueven, permiten o minimizan la violación dentro del matrimonio, porque nuestro amado profeta (pbsce) también dijo:

"Cuando cualquiera de vosotros haga el amor con su mujer, que no vaya a ella como un pájaro; en lugar de eso él debe ser lento y pausado".

El Profeta dijo, "No debe haber ninguno entre vosotros que haga el amor con su mujer como animales; más bien debería haber un mensajero entre ellos." Cuando le preguntaron sobre el significado de ese mensajero, él dijo: "Significa besando y hablando".

Astagfirullah!!!


Rashida Jenny Torres
Musulmana costarricense



jueves, 21 de junio de 2012

Musulmana sin velo.





Desde el año 2003 acepté al Islam como mi fe y estilo de vida.

A partir del año 2004, comencé a usar el velo ininterrumpidamente.

He librado batallas a favor de usarlo por voluntad propia. Cuando lo comencé a llevar nadie me obligo o sugirió que lo hiciera, lo hice feliz, tranquila y me funciono de la mejor manera.

Durante todo ese tiempo, logre ahuyentar a todo tipo de varones, buenos y malos.

Muchas musulmanas me admiraron por la valentía que demostré al llevarlo contra viento y marea.

En las fotografías de mi documento de identidad y pasaporte uso el velo aunque eso haya implicado muchos inconvenientes.

A través de estos 9 años, en los que por la Voluntad de Allah he tenido que aprender la mayoría de las cosas yo sola, he de confesar, que he cometido cientos de errores, sin embargo, cuando yo misma caigo en la cuenta de mi yerro o alguien me convence con argumentos razonables de mi error, jamás he temido virar y pedir disculpas, sea cual fuere el caso y la situación.

Durante todo este tiempo, de autocrítica y de conocer más al Islam y a los musulmanes, descubrí que llevo al Islam en mi corazón más de lo que yo creía y comencé a cambiar.

Comencé a detestar la actitud de las musulmanas que creen que porque usan el velo, son mejores que las que no lo llevan.

Comencé a detestar la idea esparcida de que los musulmanes somos lo mejor de la Tierra solo por ser musulmanes, siendo que muchos cometemos crímenes atroces y aún así, son justificados y apadrinados por cómplices solamente para “tapar” el defecto.

Comencé a observar como los “haramistas” complicaron todo y ahora resulta que no hay que preguntar qué es ilícito sino todo lo contrario: qué se puede hacer?

Han prohibido la música (aunque sea instrumental o para alabar a Allah), las fotografías (aunque no sean con fines de adoración), pintarse las uñas, usar velos que no sean blancos o negros, maquillarse, ponerse perfume, usar zapatos con algo de tacón, hablar con gente del sexo opuesto, rezar juntos, amar al país en el que se nace si no es islámico, cantar el himno, votar a tus gobernantes, la entrada a las mezquitas, el dar caridad a un no musulmán (aunque lo necesite más), la libertad de culto, la libertad de expresión, el derecho a equivocarse, el contacto humano, las ciencias, la búsqueda del conocimiento, la sexualidad sana y natural.

Y han permitido, promueven e inventan castigos para todo, entre los cuales los más “populares” son: matar a los judíos, matar a los homosexuales, matar a los ateos, matar aun a musulmanes solo porque no rezan, matar a los shias, odiar a los sufis, imponer la fe, instigar la venganza, complicarlo todo.

Ahora, ya no es musulmán el que cumple los cinco pilares como lo ordenó Allah, sino el que coloca las manos en tal o cual posición, solo la que lleva velo, el que reniega de su nacionalidad y lucha contra su país por no ser musulmán o el que simplemente decide inmolarse para matar a culpables e inocentes.

Y dudé, comencé a pensar en que algo no estaba bien, el Islam es facilidad y se nos insiste en la idea de que no puede haber imposición en materia de religión, entonces, por qué querer imponerle a los que no piensan como yo, mi opinión errada o no?

No niego que puedo estar equivocada, todo lo que he aprendido sobre el Islam ha sido de manera autodidacta, a los sheikhs que he conocido personalmente o han sido agresores o meros títeres de una mezquita perversa e ignominiosa de la cual me avergüenzo pisar.

He escuchado a las mujeres de mi mezquita criticando a las que encontraron al Islam porque se enamoraron de un musulmán, veo a los árabes que convierten las mezquitas en clubes sociales privados y menosprecio del que no es árabe o adinerado.

Veo cómo tantos estudian y se aprenden de memoria el sagrado Corán completo, la sharia, el idioma árabe y los hadices para tener los suficientes elementos para enriquecerse y ganar un estatus alto dentro de la comunidad o los que simplemente usan ese conocimiento para poder menospreciar al que no tiene acceso a ellos.

Lo he cuestionado, todo, lo he preguntado todo y estuve a punto de abjurar de mi fe por hermanas que me condenan y critican mi ansia y sed de conocimiento, de no creerme todo a pie juntillas, por no hacerme yo misma una lobotomía.

Y entonces decidí que el Islam es bello y perfecto, pero tal y como me ha abierto muchas puertas, el velo me ha cerrado otras en esta parte del planeta.

Soy una mujer sola con tres hijos a los que mantener y supe que había llegado el momento de hacer un cambio, algo que no riña con mi fe pero que me reconcilie con la sociedad en la que vivo, trabajo y tengo a toda mi familia.

Decidí ser una musulmana sin velo.

Estoy consciente de que muchos se van a decepcionar de mí y van a pensar que he abandonado el Islam.

También sé que las feministas me van a felicitar por mi “valentía”, sin embargo, no es una decisión que tomo para fastidiar a unos o complacer a otros.

Es una decisión que llevo meditando por dos años, en donde sabía que debía realizar un cambio pero no entendía por dónde comenzar.

Sé que puedo ser una musulmana honesta, decente y emprendedora aunque no lleve el velo.

Tengo más de diez años de defender a las que lo usan y ahora me corresponde dejar de observar los toros desde la barrera y vivir con el estigma de ser condenada por los que se creen mejores y felicitada por los que piensan que no llevar el velo libera.

El día que me quité el velo frente a mis compañeros de trabajo lloré, pero antes de eso les pregunté qué pensaban si yo me quitaba el velo y la respuesta de uno de ellos me ayudó a tomar el valor: Con o sin velo, eres Rashida.

Al día siguiente me vestí decente, para las normas occidentales y llegué sin avisarle a nadie sin mi velo eterno.

Al principio mis compañeros no me reconocieron pero cuando cayeron en la cuenta de que era yo se me abalanzaron a abrazarme, me felicitaron y me dijeron: bienvenida!

Yo temblaba como gelatina y mi cara tardó tres días en dejar de ruborizarse cada vez que alguien me hacía un comentario sobre “todos los años que me quité de encima”, lo “radiante” y el “aura nueva” que refleja mi cara.

El velo creó una barrera infranqueable entre mi sociedad y yo: ningún varón se me acercaba a hablarme y la mayoría de mujeres me veían como la pobre reprimida.

Supe entonces, que no era yo quien llevaba el velo, era a ellos a quienes se les cayó el velo de la ignorancia y cuando me vieron sin unos cuantos centímetros de tela, pudieron comprender que siempre he sido así, pero que sus prejuicios no permitían verme.

Usar el hijab me ayudó a repeler a los varones automáticamente, ya que la mayoría me tienen terror o no me toman en serio y por lo tanto, ni se animan a invitarme a salir o a entablar una conversación seria…fácil no?

Qué fácil no tener siquiera que decirle NO a un varón porque tengo un repelente que le impide acercarse a mí…qué fácil no ser probada en ningún aspecto?

Y yo, yo lo siento mucho, no soy una mujer fácil.

Ya me invitaron a salir varios varones y me he sentido tan digna y decente al tener la oportunidad de decir: NO, que comprendo que aunque usar el velo ya no forma una parte intrínseca de mi personalidad, lo recomiendo a todas las hermanas que por una u otra razón son débiles o se sienten indefensas ante el sexo opuesto.

Así como nadie me obligó a ponerme el velo, nadie me ha obligado a dejarlo.

La sensación de dignidad, respeto y fe que siento al poder estar en un país y en una fe en la que puedo elegir lo que hacer, me hacen postrarme hasta el suelo y agradecerle a Allah por el hermoso don del libre albedrío con el que todos nacemos y con el que sin embargo, no todos mueren.

Todavía llevo el velo en mi bolso, no voy a cambiar mis fotografías de mi documento ni del pasaporte y lo voy a usar cuando yo quiera, esporádicamente. Así como la gente se acostumbró a verme con velo y a asociarme ipso facto con el Islam y los prejuicios, ahora es el turno de que me asocien con el Islam y toda la verdad que unos cuantos fanáticos han degenerado, para detrimento de nuestra hermosa y perfecta fe.

Debo confesar que también me harté de los pocos musulmanes que insistieron en que lo que yo quería era llamar la atención, claro que quiero llamar la atención!

Mientras tenga un halo de vida, nadie podrá callarme, solo Allah!

Por eso, le he pedido que en cuanto yo guíe a alguien al desvío, me quite la vida inmediatamente y me condene al Fuego Eterno.

Entonces, estoy tranquila, porque Él, guía a quien quiere y como sé que soy imperfecta Le pido que me lleve por donde Él quiere y como Él quiere y sea lo mejor para mí aunque ello implique que continúe sola para siempre y me quede sin amigos o hermanos.
Astagfirullah.


Rashida Jenny Torres

Musulmana costarricense. 
Junio de 2012.

lunes, 11 de junio de 2012

Amamantar o no amamantar, he ahí el dilema...

Resulta que desde tiempos bíblicos, se sabe que la edad promedio para amamantar a los niños ronda entre los 2 y 4 años de edad.
Ayer, hablando con algunos amigos, me sorprendió tanto la tergiversación que hace la sociedad sobre las cosas buenas y naturales para hacerlas parecer "feas, malas o inadecuadas"!
Ya que según ellos y conste, había mujeres en la conversación, se ve HORRIBLE el que una madre amamante a su hijo más de 6 meses, puesto que basados en su propia ignorancia, después de ese tiempo, los niños ya no necesitan los nutrientes de la leche materna y lo único que sale es "agua", aparte de lo bochornoso que resulta observar a una mujer amamantar a su hijo...
Ay Dios! Juro y juro que yo querría quedarme callada cuando escucho tanta estupidez y morbo juntas pero no puedo.
Tengo 4 hijos y a los dos mayores lastimosamente por ignorancia y falta de consejo no pude amamántar, pero cuando nació el tercero me propuse hacerlo a como diera lugar.
Los beneficios fueron inmediatos y para toda la vida ya que los niños amamantados son más seguros y sanos e incluso independientes que los que no lo fueron.
Es cierto que tuve que pasar muchas vergüenzas y ser la comidilla de los malpensados porque a uno de ellos amamanté 4 años exactos y a mi negrita preciosa 2.
Tuve que ver miradas morbosas tanto de hombres como de mujeres y comentarios dolorosisimos como por ejemplo de un ex-cuñado que me dijo: A ese niño ya no le hace falta la leche, a usted lo que le gusta es "tenerlo pegado"!
O qué decir del día que viajando en el autobús, aunque iba tapada amamantando a mi bebé recién nacido, un estúpido que iba de pie me dijo a los lejos y con un sutil movimiento de labios: D E M E ...
También he notado que en los países islámicos se toma como una terrible falta de respeto amamantar a un hijo fuera de la casa porque según "la tradición" al niño hay que acostumbrarlo a un horario estricto para no pasar la terrible vergüenza de tener que amamantarlo por la calle.
Yo quisiera saber: en qué lugar del sagrado Corán o en un solo hadiz auténtico se nos indica que amamantar a un bebé fuera de casa es "indecente e ilícito"?
Después de trabajar ad-honorem con el Banco de Lactancia Materna de mi ciudad, ofreciendo charlas y ayudas sobre la importancia, comodidad y beneficios que conlleva amamantar a nuestros hijos, me quedaron grandes experiencias y bellisimas anécdotas.
Y a pesar de que el amamantar es un proceso completamente natural y necesario para el sano desarrollo de nuestros hijos, muchos se empeñan en asegurar que lo mejor es usar fórmulas lácteas para comodidad y beneficios (de la Nestlé por ejemplo) de tooodas las madres del mundo.
Resultando entonces que tal como me dijeron mis amigos ayer, una mujer que como yo, tuvo la osadía de amamantar a mis hijos "tanto tiempo", es una mujer MUY RARA y casi alienigena.
Espero entonces que Dios perdone mi terrible, vergonzoso e ignominioso pecado. Mea culpa.
Y es por situaciones como esta y tantas otras que yo soy "la loca" y escandalosa...qué pereza y orgullo me da no encajar en los cánones pre-establecidos de la ignorancia y estupidez de la sociedad. Sensación agridulce y desgastante también, por eso a veces pienso que mi Paraíso debe estar como mínimo allá por Jupiter, porque pareciera que no fui hecha para este planeta, gente como yo jamás va a "calzar". Sólo espero que vengan pronto mis ancestros a abducirme lo mas pronto posible. Neno, neno!!!

Rashida Jenny Torres
Musulmana costarricense