Oí al Mensajero de Dios -la paz y las bendiciones de Dios sean con él-, diciendo:

«Quien de vosotros vea una mala acción, que la cambie con su mano, si no pudiera con su lengua, y si no pudiera, entonces en su corazón, y esto es lo más débil de la fe».

Lo transmitió Muslim.

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miércoles, 7 de abril de 2010

La verdadera dictadura: Costa Rica está siendo secuestrada.

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Jorge Castro

El periódico La Nación es utilizado por el grupo de nobles sin título que lo fundó, para encubrir las triquiñuelas de nuestros gobernantes. Todos los errores de sus allegados son minimizados.

Con irrespeto, montan un verdadero teatro. El último acto de la obra está a punto de escribirse.

Pocas veces hemos visto tanto aturdimiento. Ni los liberacionistas rasos saben realmente por cual proyecto votaron, ni la mayoría de los vencidos conocen la raíz de la derrota.

Lo primero que debemos de aceptar, es que nos enfrentamos a verdaderos expertos en el viejo arte de conspirar. Cada uno de sus movimientos es cuidadosamente ensayado: cada palabra que pronuncia el contrario, es analizada con atención. La mentira es esparcida como una densa niebla, que penetra todos los rincones de nuestro país.

El maestro Platón, define sabiamente el sistema de gobierno impuesto por el régimen actual, y el grupo económicamente poderoso que los secunda.

Lo opuesto al sistema democrático, es el oligárquico. Este último es descrito por el filosofo, como aquel gobierno ejercido por personas que poseen grandes acumulaciones de riqueza, y éticamente empobrecidos. El comercio internacional y la concentración de capital, hacen que germine una oligarquía.

De ahí el apremio de comprometer a nuestro país, con T.L.C.s mal negociados, y concesionar los pocos activos que le quedan al estado, a precios de remate. Ofrecen pagar coimas con dinero procedente de nuestras arcas, sin el menor pudor.

Estamos frente a la imposición de una verdadera dictadura.

Nos han sometido rápidamente. La oligarquía de todo quieren lucrar: telefonía, electricidad, seguros, autopistas, agua, aeropuertos, muelles, trenes, etcétera. Se embolsan todo lo que pueden, tan rápidamente que no dejan espacio para pensar.

Vivimos en un verdadero caos: zonas protegidas destruidas, contaminación, lavado de dinero, lavado fiscal, drogas, escuelas y colegios en estado ruinoso, asesinatos y violaciones, secuestros, irrespeto a las comunidades, y todo tipo de maldades. A los autócratas no les importa el origen del dinero. Si les importara, no seríamos miembros vitalicios de la famosa lista negra de la OCDE, Y señalados como un paraíso fiscal.

La oligarquía se apropió de todo: los Poderes de la República han sido perforados por el Ejecutivo, de la misma forma que lo hizo con La Defensoría y el Banco Central.

Mientras la democracia es definida como el poder de todos, en la oligarquía el mismo está concentrado en manos de unos pocos. El maestro Platón conoció a personas idénticas al grupo que hoy nos gobierna. En tanto que la riqueza aumenta rápidamente; la pobreza y la violencia se disparan. El encierro es asfixiante para todos: no existe tranquilidad, y la seguridad es un asunto del pasado.

El terremoto continúa. Don Oscar Arias se la pasa brincando de desvarío en desvarío, creyéndose un portento universal. En tanto que su hermano, don Rodrigo, no cesa de pensar en los próximos negocios. Deberían tener bien claro que el país ya no soporta tanta presión. Lo que necesitamos son verdaderos gobernantes, no pinches comerciantes engrosando sus bolsillos desde la casa presidencial.

En los próximos días viviremos verdaderas pesadillas. La D.I.S. y el resto de la policía, ya fueron advertidas. La dictadura se hará sentir.

El daño causado a nuestra sociedad, lo habían ocultado solapadamente. Sin embargo, la verdadera situación económica y el deterioro social, han quedado expuestos. Todos conocen ahora las graves dificultades que afronta el país.

No tienen dinero ni para financiar la próxima coronación. El faltante para consumar el faustuoso evento, lo piden como “aportes” a los mismos que apostaron miles de millones en tiempos de campaña. Los compromisos aumentan, así como los grandes intereses que cobran este tipo de acreedores. La crisis fiscal es muy grave. Todos pagaremos las consecuencias de la mala administración.

La forma en que parte de la prensa nacional, al servicio del capital, minimiza el estado comatoso en que vivimos, deja al descubierto que el descaro, bien publicitado, da buenos resultados.

La explicación es sencilla: a muchos costarricenses ni siquiera les preocupa tanto desparpajo gubernamental. Calculadamente, han creado decenas de distracciones para el pueblo. Y muchos hasta creen, que viven en una verdadera democracia.

Les han hecho pensar que los grupos oponentes a Liberación, son una banda de renegados. Los buenos, los salvadores, y los que sí conocen de economía, están de su lado.

Según los correos masivos enviados por medio de la red, y algunos comentaristas pagados por los capitalistas, la oposición está compuesta por un grupo de extremistas alborotadores, carentes de planes programáticos, y ayunos de ideas.

Han gastado cientos de millones machacando día y noche, el subconsciente del costarricense. Manejan con maestría y buen lenguaje, el arte del engaño. En la fina telaraña tendida, muchos quedan atrapados, y los expertos contratados por esa agrupación, lo saben muy bien. La táctica les ha funcionando exitosamente: muchos creen que la próxima administración, pensará de forma diferente. A pesar de que doña Laura ha declarado, una y otra vez, que don Oscar será su fiel consejero, algunos, insólitamente, escuchan otra cosa.

Los malos espíritus también son sus aliados.

Don Oscar Arias continúa pensando que todos los costarricenses lo admiran, y que ven en él a un verdadero Cid. Según su ego, miles de personas apoyan su gestión. Pareciera que algo le está fallando, o que no lo aconsejan bien.

El gasto multimillonario derrochado en publicidad, no dio el resultado esperado: perdieron una gran cantidad de municipalidades, y de 57 diputados únicamente obtuvieron 24. La democracia se encuentra secuestrada, pero aún sigue media viva, y se manifiesta lánguidamente.

La diferencia a favor en la Asamblea de nada servirá. Muchos se arrodillarán, temerosos del castigo que les pueda propinar el sistema feudal. Como buenos oligarcas, todo lo controlan: incluyendo las emociones de los temerosos, y las de miles de holgazanes.

Según el periódico La Nación, el partido Liberación es el único que posee un verdadero programa: siendo una osadía de parte de la oposición, el querer asumir el control legislativo. Lo anterior lo dicen a pesar de que pregonan ser, un medio de comunicación “neutral”. Parece que en la rabieta, decidieron quitarse la careta.

Lo que verdaderamente los tiene activados es la comprometida agenda que debe cumplir el gobierno entrante, gemelo del saliente: el pacto comercial con los chinos y los homónimos asiáticos de Singapur. Entregar el resto del país a nuevos concesionarios, según pactos acordados con antelación. El compromiso existente con los prestamistas, para que continúen lucrando sin que medie control. Sin olvidar los remiendos a la nueva Ley del Tránsito, en caso de que los mismos no se aprueben antes del mes de Mayo. Don Rodrigo ha dicho que unas cervecitas de más, de marca nacional, a nadie matarían. Existen muchos otros temas de campaña que requieren de la aprobación del Poder Legislativo.

Lo acordado en la época pre-electoral, no suponía ningún tipo de tropiezos. No sabemos a qué se debe tanto barullo, al final obtendrán lo que desean. Deberían tener más confianza en los milagros que hace el dinero… ¡Todos los días visitan el mismo altar, y aún no confían en el santo!

Costa Rica cayó en las garras del peor de los grupos: el de los costarricenses sin escrúpulos.

A los especuladores, les sucede igual que a los garrobos: únicamente les gusta estar bien agarrados. Y viviendo a costillas de todos los agachados.

La dictadura si existe, y así lo ha declarado el presidente. Nadie puede dudar de su palabra. (¿?)

Hasta a Juan Santamaría se le medio apagó, la antorcha de la esperanza…

*Administrador

http://www.elpais.cr/articulos.php?id=21716

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